VALÈNCIA. El entrenador del Levante, Julián Calero, apuntó este lunes, en la apertura del curso de entrenadores de la Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana, que está encantado de entrenar al equipo azulgrana porque es un equipo que tiene "ganas de coger fuerza y rearmarse”.
“Estoy muy satisfecho por cómo han ido rodando las cosas en este inicio de temporada, había muchos jugadores y cosas que encauzar. A todos nos gusta ganar y cada partido que no ganas te queda una pequeña espina, pero estoy muy satisfecho”, dijo en referencia al empate contra el Real Oviedo y el inicio de temporada.
Calero, que tiene al Levante tercero de la Segunda División empatado a 15 puntos con el Huesca, reiteró durante el acto que está "encantado de estar en el Levante, estoy estupendamente bien: me tratan bien y me siento en casa. Es un club humilde, pero con una fuerte mentalidad”.
“Como entrenador te sientes responsable de tu equipo, de tu ciudad, de tu afición. Quiero que se sientan representados y orgullosos de nosotros”, agregó el madrileño.
El técnico levantinista también recordó los buenos momentos y el aprendizaje como segundo entrenador de Julen Lopetegui, Míchel González, Luis Milla o Fernando Hierro, del que contó le regaló un Mundial (Rusia 2018) porque "no había hecho méritos para estar ahí”.
Por último, sobre sus inicios como entrenador apuntó que fueron en Castilla la Mancha. “Como futbolista era muy malo, no pasé de Segunda B y cuando estaba acabando la carrera decidí hacer la oposición a policía local. No pensaba que iba a seguir enlazado al fútbol”, comentó.
“A los seis meses de dejarlo me di cuenta de que me seguía apasionando el fútbol. Primero entrené y luego me saqué los títulos. Entrenaba a chicos en Parla, mi barrio, y me emocionó tanto que me saqué los títulos. Fui a diferentes países, estuve en canteras como la del Real Madrid tres años y todo ha sido apasionante hasta llegar a este punto”, finalizó.