VALÈNCIA. El entrenador del Levante, Julián Calero, relató este jueves cómo vivió en primera persona la dana que azotó la provincia de Valencia el martes por la tarde y explicó que tuvo “mucha suerte” al escapar de una tormenta que parecía que le iba a “comer”.
Calero, que llegó al Levante el pasado verano, se libró de ser arrastrado por las inundaciones al adelantar su vuelta a casa, situada en una urbanización cercana al club de golf El Bosque en Chiva (Valencia).
“Era el epicentro, la tormenta nos iba a comer. Fuimos a casa una hora y media antes de lo normal y eso nos quitó el sofocón más gordo de agua. Nos hubiera parado en la carretera y nos hubiera llevado como toda la gente. Tuvimos mucha suerte”, explicó en unas declaraciones a los medios oficiales del Levante.
El entrenador madrileño, que estuvo casi 24 horas sin cobertura, ni siquiera pudo desplazarse el martes por la tarde hasta el Ciutat de València para acudir a la concentración del equipo, que debía viajar a Pontevedra para jugar la Copa del Rey un partido que finalmente se aplazó por la imposibilidad de volar hasta Santiago de Compostela.
Calero comentó que ya en su domicilio estuvo a salvo al vivir en una “zona alta” pero que junto a otros miembros de su cuerpo técnico abandonaron sus hogares para ayudar a otras personas.
“Bajamos pero era imposible porque el agua llevaba tres metros y estaba tirando paredes, llevándose coches. Era muy complicado pero por lo menos estábamos echando una mano todo el cuerpo técnico porque vivimos allí”, indicó.
“Ha sido brutal, las imágenes de televisión dicen una cosa pero vivirlo es multiplicado por cinco. Por desgracia la naturaleza es poderosa y se ha llevado a mucha gente”, lamentó.
El entrenador del Levante, que vivió en primera persona el atentado del 11M porque entonces era policía municipal de Madrid, destacó la solidaridad de la sociedad española y mandó un mensaje de ánimo a las víctimas.
“Cuando pasan estas cosas nos damos cuenta de que somos frágiles y que estamos en manos de la naturaleza. Agradecer a los servicios de emergencia que han hecho un esfuerzo brutal y es de agradecer y mandar un mensaje de ánimo a la sociedad y a las familias de los fallecidos y desaparecidos”, afirmó.
“Nos queda una sensación de malestar y desasosiego y el apoyo es lo mínimo que podemos dar. Que la gente eche una mano porque realmente hace falta, hay que ayudar porque se han quedado sin nada. La sociedad española es increíble, todos intentamos ayudar y espero que sigamos en esa línea porque somos ejemplares”, añadió.