VALÈNCIA. El entrenador del Levante, Julián Calero, admitió este lunes, en la previa de enfrentarse al Pontevedra en la Copa del Rey, que notarán los veinte días que estuvieron sin competir por la dana hasta que el pasado sábado volvieron a jugar pero subrayó que "nadie va a esperar" a que cojan ritmo.
"Veinte días sin competir se notan y esa falta de ritmo está ahí pero los rivales no te esperan. (Ni) el fútbol ni nadie va a esperar a que cojamos ritmo. Hay que meterse y hay que meterse ya, hay que ser decididos y hay que estar preparados", dijo en la rueda de prensa previa al partido de Copa.
"Hemos asumido que iba a pasar, no ha sido voluntariamente. Ahora nos toca cambiar la dinámica de entrenamientos y todos nos tenemos que acostumbrar. Me preocupa más que pueda ser un lastre mental y les he dicho a los jugadores que disfruten de cada partido. Ahora más que entrenarles, toca recuperarles", agregó.
El entrenador del Levante confesó que el contexto "ha empeorado" respecto al pasado 30 de octubre, cuando este partido de Copa se aplazó por la dana, pero se mostró convencido de que competirán al nivel esperado.
"Tenemos que juntar tres partidos en siete días, la Copa es muy bonita pero es para plantillas grandes y poderosas. Nuestra plantilla está preparada para intentar competir en una competición bien y hacer lo que podamos en la Copa", dijo.
"Vamos a rotar porque venimos de jugar hace 72 horas y volveremos a jugar el viernes (en Liga en Ferrol), pero vamos a intentar competir bien porque es lo que se merece la competición y nuestro escudo. La Liga es lo que nos da de comer pero a quién no le gusta un dulce como la Copa", se preguntó.
Sobre el rival, Calero declaró: "El Pontevedra es poderoso en su competición, tiene un estadio que podría competir en categorías muy superiores. Hay que respetar al rival y mucho. Sabemos que será muy complicado".
Además, el entrenador madrileño explicó que ha recibido mensajes "de todas las partes de Europa" por el emotivo homenaje que el Levante brindó a las víctimas de la dana en los prolegómenos del choque ante el Elche.
"A veces por desgracia tienen que pasar cosas malas para darnos cuenta de lo que tenemos. Todo el mundo se ha sentido muy orgulloso del Levante, del club y ese sentimiento de pertenencia es muy bonito, fundamental. Ese sentimiento de pertenencia se ha fortalecido y es una noticia buena dentro de que todo es malo", finalizó.