Cambio de papeles

VALÈNCIA. Cambio de papeles. Valencia y Sevilla, máximos aspirantes a afianzarse en el cuarto lugar del fútbol español actualmente junto al Villarreal CF, van a intercambiar su escenario este verano después de su rendimiento por el césped. En estos momentos, la zona Champions está copada permanentemente por FC Barcelona, Real Madrid y Atlético. 

El club de Mestalla ha conseguido retomar el vuelo tras dos años desastrosos y volverá a jugar la máxima competición continental. En cambio, el Sevilla ha vivido una situación bien distinta en su nuevo proyecto tras la salida de Monchi. Los de Nervión han paseado su escudo por la Liga de Campeones y competido con los grandes clubes de Europa, pero es evidente que han descuidado la competición que 'da de comer': la liga. Dos entrenadores distintos -Berizzo y Montella- y el cese de Óscar Arias como director deportivo. Su buena participación en la Copa del Rey ha sido derrumbada por su estrepitosa derrota en la Final de Copa, que generó altercados a la llegada del equipo a Sevilla. Un hecho que también lo ocurrió al Valencia dos años antes cuando también cayó precisamente ante el FC Barcelona en semifinales por 7-0. 

El Sevilla es séptimo, empatado a puntos con el Getafe pero con un partido menos que disputará el 9 de mayo contra el Real Madrid. Es decir, con Montella con un pie fuera, los andaluces tienen que salvar los muebles antes de final de temporada y jugar la Europa League para que la caída de ingresos por no estar entre los 32 mejores de Europa sea menos dolorosa. Como le pasó al Valencia CF. Al proyecto de Peter Lim le ha costado dos años encontrar el rumbo y ahora, tendrá que superar su asignatura pendiente: diseñar una plantilla capaz de competir en tres competiciones. 

Con la clasificación para la Liga de Campeones, el Valencia CF afrontará un verano con mayor capacidad en su presupuesto para reforzar su plantilla, que contrasta con la situación de su máximo rival por afianzarse en la zona Champions a largo plazo. El Sevilla no tiene asegurado su billete para la Europa League y teme afrontar un escenario como el que atravesó el Valencia en los dos anteriores veranos con el Fair Play Financiero. Además, los ingresos procedentes de la Liga de Campeones van a ser superiores la próxima temporada y esa cantidad que va a ser un bálsamo en las arcas valencianistas, también significarán un recorte importante en el presupuesto del Sevilla.

En este sentido, el Valencia CF debe ingresar 45 millones por venta de jugadores antes del 30 de junio y a partir de ahí su objetivo reside en conseguir no fallar en las grandes inversiones como hiciera en su anterior paso por la Champions con fichajes como Negredo, Enzo Pérez, Abdennour o Aderlan Santos. Un error con el que también se ha estampado el Sevilla esta temporada: Muriel, Nolito, Kjaer o Corchia por ejemplo, no han mejorado a sus predecesores. 

El Sevilla por su parte, se encontrará con un verano similar al que afrontó su rival directo en la lucha por la Champions en 2016. Cuadrar su presupuesto con la salida de jugadores importantes o que tengan un gran coste de la plantilla, encontrar un nuevo entrenador que comande el proyecto ya que la no continuidad de Montella parece sentenciada y encomendarse al acierto en los fichajes del nuevo director deportivo que no será Óscar Arias. Una atmósfera que ha tenido recientemente el valencianismo tras el continuo paso de entrenadores con Nuno, Neville, Ayestarán, Prandelli o Voro hasta llegar a Marcelino y trazar ingeniería financiera para limitar las pérdidas con las operaciones de Negredo, Enzo Pérez o Aymen Abdennour.