VALÈNCIA. Nueve meses después de pisar el Ciutat de València para un partido oficial -su último encuentro en Orriols antes del de este domingo frente al Real Madrid fue el 21 de noviembre- Campaña ha reaparecido para la hinchada granota. Fue a lo grande, con partido atractivo y con golazo para la remontada después de sufrir el parón más largo de su carrera. Nunca antes de la rotura de isquiotibiales que sufrió el diciembre pasado Campaña se había perdido más de dos partidos consecutivos por lesión con la elástica granota. Su mayor período de baja, al final de la temporada 16/17, en Segunda División, cuando el tendón de Aquiles le hizo detenerse y recordar su anterior frenazo. En Sevilla, 13 partidos fuera por una fractura metartasiana.
La realidad es que Campaña está viviendo todavía su peor año como futbolista. Las recaídas en ese maltrecho muslo derecho, unidas a molestias en el sóleo y en la zona operada en enero amargaron la existencia al sevillano cuando vio el curso pasado la luz al final del túnel. Iba a regresar para encarar el mes de mayo y la recta final de un campeonato que, aún así, tampoco estaba siendo el suyo más allá de unos primeros compases a buen ritmo. No lo hizo y todo quedó para el inicio de la actual campaña... con una ventana de traspasos de por medio.
Campaña pidió al Levante escuchar ofertas durante el mercado de fichajes de 2020. Entonces el club pidió por él 30 kilos a los clubes que osaron tocar la puerta del andaluz. Era la mitad de su cláusula de resicisión. No fueron dos ni tres los equipos que se dieron media vuelta al conocer las exigencias granotas por el '24', entre ellos el Leeds United o el Atlético de Madrid, que terminó firmando a Kondogbia tras el 'caso Thomas' con la persiana del mercado ya cerrada. El Levante priorizó su filosofía de no malvender a ninguno de sus futbolistas en un mercado cogido por las pinzas de la pandemia y a sabiendas de las dificultades que, sin las ventas importantes que tampoco se produjeron el pasado verano, iban a llegar en el siguiente.
En octubre, con su llamada a filas para la Selección de Luis Enrique y un buen inicio de Liga, la 'operación Campaña' pareció dar frutos en Orriols. La estrategia de aguantar a un futbolista en su cénit para exprimir su rendimiento económico más tarde y, mientras tanto, aprovechar su rédito deportivo quedó en agua de borrajas con la lesión que le terminó apartando toda la temporada de los terrenos de juego. Sin embargo, por la parte que ocupa en la masa salarial del club, el centrocampista siguió siendo en la apertura del mercado actual una de las bazas levantinistas para ingresar los necesarios 16,5 millones de euros que cuadrasen el Fair Play Financiero granota. Campaña había querido salir una temporada antes y sabía de manera directa por la dirección deportiva que el Levante iba a valorarle ante sus pretendientes. Su salida no iba a ser barata.
Por contra, el inicio de la 21/22 ha caído como agua de mayo para Campaña. Para volver a ser el que era. La inyección económica de La Liga permite al Levante y a Paco López ilusionarse con mantener al sevillano en plantilla y, sobre todo, con recuperar su nivel para darle el timón de la medular levantinista. Ya en Cádiz fue de lo mejor del equipo en las mejores fases del choque y en el Ciutat, incluso en las peores, marcó la diferencia cuando el equipo quiso salir con la pelota jugada. Campaña es, para el técnico de Silla, la brújula de su plantilla. El que marca la dirección. Y el deseo es que sea el gran fichaje de un curso que no pasará a la historia como el que más caras nuevas ha dejado en Orriols.
Durante la temporada pasada y en la actual, Paco López no se ha cansado de repetirlo. Campaña gusta en el círculo central, pero también caído a banda. Escorado a la izquierda con De Frutos al galope por la derecha. En la primera parte frente al Madrid, el sevillano empezó a caer al centro al tiempo que el equipo comenzó a diluírse en busca de una mayor fluidez. Incluso el propio De Frutos permitó su posición para abandonar el flanco diestro. Aún así, la idea del Campaña escorado sigue convenciendo al entrenador y, desde esa posición, con mayor facilidad para pisar área, llegó el segundo tanto del Levante.
Con el exceso de futbolitas para el centro del campo, Paco López tiene, de momento, más opciones donde elegir en su abanico. Tanto es así que optó por Radoja en el once inicial ante los madridistas y, en el segundo acto, lo juntó con Malsa para armar el centro del campo y evitar lo que, finalmente, no se evitó: que las salidas veloces del rival terminaran pillando al equipo desprotegido atrás. El abanico es amplio y el idilio de Campaña con la demarcación de interior ha empezado sobre ruedas.