opinión

Carecen de humildad

Futbolísticamente ofrecen poco esfuerzo, pero en comportamiento muchas veces son incluso peores. Son tan altivos, que hacen callar a Mestalla, increpan a aficionados y miran desafiantes a los periodistas...

28/04/2017 - 

VALENCIA. Me pregunto qué pensaba Zaza cuando presionaba a los centrales de la Real y veía cómo los jugadores de banda llegaban tarde o directamente no le ayudaban en la presión. Me pregunto qué pensaba Montoya cuando inició aquel contragolpe contra el Dépor y ningún compañero le apoyó. La actitud de la plantilla es penosa, se rigen bajo la ley del mínimo esfuerzo y cuando ganan un partido, sacan pecho como si hubieran ganado un título.

Les falta humildad. Creen que andando iban a ganar en la Rosaleda o a la Real. Creen que son como el Real Madrid, el Bayern o el Manchester, que pueden tirar a la basura media parte y que en 20 minutos son capaces de darle la vuelta al marcador. Creen que son tan buenos, que se permiten hacer cañitos en medio del campo o tratan de regatear en su propia área. Son tan narcisistas que no se desmarcan, no regalan carreras, hasta hay que pasarles la pelota al pie. ¿Se imaginan a un jugador del Atlético de Madrid con esa actitud?

Futbolísticamente ofrecen poco esfuerzo, pero en comportamiento muchas veces son incluso peores. Son tan altivos, que hacen callar a Mestalla, increpan a aficionados y miran desafiantes a los periodistas. Han arrasado con entrenadores de todo tipo. Los ha habido duros, los ha habido cercanos, hasta han tenido filósofos, británicos, entrenadores curtidos y también nóveles. Da lo mismo, todos han pasado por la quilla.

Obviamente, el Valencia ha hecho algo mal para generar este perfil de futbolista. El propio club los ha subido a una nube. Muchos de ellos no se hubieran imaginado en su vida que iban a jugar en un club tan grande como el Valencia. Muchos ven en este club el retiro soñado, otros, un trampolín. El Valencia ha pagado millonadas por ellos, a los renovados se les ha bañado en oro, son los cuartos que más cobran de España. Sin embargo, el objetivo que se les ha marcado es la permanencia. No hay nadie que les diga nada. No hay reprimendas, ni aunque sus actividades extradeportivas rocen el ridículo y dañen la imagen del club . No hay nadie que les agarre de la pechera. Hace poco, hasta no había nadie que les pudiera hablar en perfecto castellano. Es un chollo jugar en el Valencia.

Así se ha generado este perfil de jugador. Espero algún día que estos futbolistas se den cuenta de que son la peor plantilla en la historia del Valencia en liga de tres puntos. Ese día igual bajan de la nube e igual son más humildes.