El piloto español de Toro Rosso Carlos Sainz afronta el próximo GP de España con un nuevo compañero de equipo, el ruso Daniil Kvyat
VALENCIA. El piloto español de Toro Rosso Carlos Sainz afronta el próximo GP de España con un nuevo compañero de equipo, el ruso Daniil Kvyat, y con la idea de "disfrutar" al volante del STR11 sobre el asfalto de Montmeló, como intenta "hacer siempre" en cada carrera.
"Para mí, esa es la clave de mi propio éxito. Siempre que me subo a un Fórmula Uno, tengo una sonrisa en la cara, y eso es lo que me hace disfrutar e ir rápido", señala en una entrevista concedida a EFE el piloto de Estrella Galicia 0,0.
Sainz se encuentra ya en Barcelona para atender diversos compromisos de sus patrocinadores antes de encarar un intenso fin de semana en el que intentará reivindicarse una vez más como uno de los pilotos más prometedores de la parrilla.
El holandés Max Verstappen, con quien ha peleado los últimos catorce meses en Toro Rosso, ha sido elegido por Red Bull para sustituir a Kvyat, degradado al segundo equipo de la escudería austríaca tras arrollar a Sebastian Vettel en el GP de Rusia.
"Obviamente, cuando me enteré de la noticia, me sorprendió como a todos. Me hubiese gustado ser yo el que subiese a Red Bull pero, con el paso de los días, lo empecé a ver casi como una ventaja. En mi plan de ruta no entraba subir a Red Bull en la cuarta carrera de 2016, así que para mí no ha cambiado nada", comenta.
Sainz sabe que si acaba bien esta temporada, podría tener una oportunidad el año próximo: "Yo sé lo que he sido capaz de hacer contra Max y Red Bull lo sabe también. Si al final de año tengo un par de resultados buenos que acompañen a mi velocidad, creo que tendré una oportunidad. Así que paciencia, a apretar los dientes y a demostrar más que nunca lo que soy capaz de hacer".
En calificación, Carlos Sainz ha demostrado un gran premio tras otro que es tan rápido como Verstappen, considerado el mayor talento joven de la Fórmula Uno. En carrera, en cambio, el holandés le ha ganado la partida en bastantes ocasiones, aunque en muchas de ellas por causas ajenas al español.
Carlos Sainz Jr., hijo del excampeón mundial de rallys Carlos Sainz, se niega a hablar de mala suerte, aquella que decían que perseguía a su padre.
"No creo que la mal suerte exista. Hemos ido muy rápidos en estas cuatro primeras carreras, lo hemos demostrado en calificación, y en carrera siempre hemos ido hacia adelante, pero demasiadas veces han aparecido piedras en el camino", reconoce al analizar el arranque de esta temporada.
Sainz se refiere al pinchazo que sufrió en Bahrein al principio de la carrera, el error de estrategia que le impidió estar delante en China o la pieza de un coche accidentado que tapó su radiador y le impidió puntuar en Rusia.
"Me hubiera gustado sumar mas puntos -lleva cuatro hasta ahora- pero se han disputado solo 4 carreras de 21. Quedan 17, prácticamente un Mundial entero, y vamos a intentar cambiar un poquito esa tendencia", declara.
Su objetivo, para este año, es "sacar el máximo rendimiento del coche en cada carrera" y, a partir de ahí, reivindicarse con algunos buenos resultados que le abran las puertas de Red Bull.
Sabe que ha de aprovechar esta primera mitad del campeonato, "porque nosotros tenemos el motor de 2015, todos los equipos van a ir evolucionado, y la lógica dice que deberíamos irnos un poquito para atrás a medida que vaya avanzando el año".
En el garaje ya no tendrá a Verstappen, sino a Kyvat, un piloto que conoce muy bien. "Desde los 13 años, en los karts, que llevo pelando con Daniil y ha sido compañero mío en muchas categorías. Nos llevamos muy bien, es un piloto buenísimo que conoce al equipo y tiene un año más de experiencia que yo, así que ojo porque superarle no va a ser nada fácil", advierte.
En cualquier caso, Carlos Sainz, que en 2014 fue el campeón más joven (con 24 años recién cumplidos) de las 'World Series by Renault' y uno de los 'niños mimados' de Red Bull desde que sorprendiera a la escudería austríaca con unos cronos estratosféricos en un test en 2013, tiene una enorme confianza en sí mismo.
"Yo llegué a la Fórmula Uno por la vía mas complicada que hay, que es el programa de jóvenes pilotos de Red Bull, que no eligen a cualquiera y tampoco tienen miedo de echar a cualquiera. Si estos tíos de Red Bull confían en mí, algo muy especial debo tener", resume.
El 2015, en su estreno en el Gran Circo, firmó el mejor debut de un piloto español con su octavo puesto en Australia. "El año pasado, con las calificaciones y algunas carreras que hice ya se confirmó que no estoy aquí por ser hijo de papá", afirma orgulloso.
Sin embargo, Carlos Sainz no reniega de los consejos de su progenitor, sino todo lo contrario, aunque no pueda hablarle de pilotaje, "porque tiene experiencia cero en Fórmula Uno".
Aun así, escucha atento todo lo que le dice. "Él sabe lo que es ser campeón del mundo, lo que estar en un programa de jóvenes pilotos, lo que es que te suban a pelear en un Mundial y sobre todo me da consejos sobre la actitud con la que debo afrontar todo eso. Cada vez me parezco más a mi padre en la actitud que él tuvo para ser campeón del mundo", sentencia.