VALÈNCIA. La continuidad de Carlos Soler es una de las grandes incógnitas que encierra el final de curso en el Valencia CF. Con la temporada acabada, pese a que antes de que caiga el telón restan por disputar cuatro jornadas de liga, los focos apuntan al muro económico que tiene que saltar Meriton para mantener a flote el club y definir un proyecto para la campaña 2022/23 que apunta, de nuevo, a ser de mínimos.
El caso Carlos Soler permanece abierto desde hace meses. Es un nudo gordiano difícil de desatar, que el máximo accionista del Valencia, Peter Lim, puede solucionar con una solución drástica, es decir, una venta.
Soler, al que el Diario AS ha vestido de azulgrana la próxima temporada, continúa sin cerrar su renovación con el Valencia CF. Finaliza contrato el 30 de junio de 2023 y, pese a la propaganda de Meriton, no ha llegado a un acuerdo para ampliar su vínculo con el club. En el plató de su renovación entran en juego diferentes actores.
La relación cordial que mantiene el superagente con el máximo accionista del Valencia y el dirigente del FC Barcelona es notoria. Jorge Mendes, gran consejero de Lim, ha participado directa o indirectamente en numerosas operaciones del Valencia desde que el singapurense comenzó a gobernar el club en 2014. Como agente o como intermediario, Mendes siempre está presente. Joan Laporta forma de la red clientelar del portugués y mantiene una buena relación con Peter Lim. De su mano, por ejemplo, llegó a la ciudad deportiva de Paterna José Ramón Alesanco en 2015.
El pasado jueves el canal de Twitch Jijantes TV, del periodista catalán Gerard Romero, descubrió a Mendes saliendo por la puerta de atrás de un conocido restaurante de Barcelona. El dueño de Gestifute cenó con el presidente Joan Laporta, el vicepresidente Rafa Yuste y el director de fútbol, Mateu Alemany. Durante la reunión, se abordaron los casos de Adama Traoré, Francisco Trincao y Nico González, todos ellos representados por la agencia del portugués. En la cena estuvieron Hugo Valdir, mano derecha de Mendes, Paulo Rendeiro, abogado de la agencia, y Luis Correira, sobrino de Mendes. En Barcelona no descartan, tras la información del Diario AS, que se hablase también de Carlos Soler por la fluida relación de Mendes con Peter Lim.
El director de fútbol del FC Barcelona sabe perfectamente la situación contractual de Carlos Soler y las dificultades económicas que tiene Meriton para cuadrar sus cifras a 30 de junio y aliviar su fair play financiero. Conoce al jugador, a su familia y a sus agentes. Su estancia en Valencia le da ventaja si esa negociación toma cuerpo. Alemany ya puso de acuerdo en 2019 a ambos clubes en aquel acuerdo de maquillaje financiero entre Neto y Cillessen. Carlos Soler era uno de sus jugadores favoritos cuando el mallorquín oficiaba de director general en Mestalla.
La agencia del jugador mantiene silencio desde que se iniciaron las primeras conversaciones con Anil Murthy para renovar el contrato. En todo caso, según informó Jijantes TV, durante la semana del 18 al 24 de abril representantes del Barcelona y Promoesport sentaron las bases de un posible acuerdo. Los dos clubes negaron el acuerdo; el Valencia, incluso, publicó un comunicado oficial en sus redes sociales. Promoesport no se pronunció. Es comprensible que la agencia esté moviéndose en el mercado por si la renovación con el Valencia no cuaja y el futbolista tiene que salir. Ese es su trabajo. Equipos interesados, atentos a su situación en el Valencia, no le faltan.
Una solución, que pretende Meriton, pasaría por una 'reno-venta', es decir, convencer al jugador para que aceptase una renovación y sacarlo luego al mercado a un precio convincente para el club, superior al que obtendrá en las próximas fechas si vende.
El canterano, valencianista de cuna, quiere seguir en el Valencia CF. El problema de Carlos Soler no es económico, pese a que, por ejemplo, el Barça le ofrecería más dinero que el que le puede dar el Valencia si acaba renovando.
Sucede que en un club normal con una estructura lógica, con un director deportivo, donde las decisiones no se tomasen a 13.000 kilómetros de distancia, todo sería más fácil. El Valencia, gobernado por Lim, es todo lo contrario a un club razonable. El jugador no ve un proyecto definido a largo plazo, todo lo contrario; observa una entidad que va dando tumbos, que ha perdido peso y prestigio, que se descapitaliza conforme pasan los años y que va a desprenderse de sus mejores activos para reducir deuda. Sus dudas, de momento, lo alejan de cerrar un acuerdo con Anil Murthy. Carlos Soler es uno de los caramelos del próximo mercado estival.
La empresa matriz desde la que Peter Lim gobierna en València tiene la necesidad de vender activos -jugadores- por valor de 30 millones de euros aproximadamente antes del 1 de julio, tras recaudar cinco millones de la operación entre el FC Barcelona y el Manchester City por Ferran Torres, y dos por la salida de Daniel Wass hacia el Atlético de Madrid. Cualquier jugador de la plantilla está en venta y Carlos Soler es uno de los más jugosos porque la cantidad que ingresará el Valencia por el jugador será neta, ya que no tiene amortización al tratarse de un futbolista de la cantera.
En el comunicado del lunes, en respuesta a la información del Diario AS, el Valencia puntualizó que "el Club mantiene actualmente negociaciones abiertas con el futbolista y sus agentes para extender su vinculación contractual con el Valencia CF". Y que desmentía "rotundamente que tenga un acuerdo o que exista negociación alguna con el FC Barcelona para el traspaso de Carlos Soler". Si Soler se marcha, el club pondrá en marcha su aparato de propaganda para defender que será una decisión del futbolista, obviando que, tal y cómo sucedió con Ferran Torres o Kang In Lee, ha sido incapaz de renovarlo antes de llegar al último año de contrato.
El club está en un callejón sin salida. Si Carlos Soler no renueva, tiene dos opciones: traspasarlo a un precio por debajo de su valor de mercado ya que el 1 de julio el jugador entrará en su último año de contrato, o esperar a que finalice su relación laboral el 30 de junio de 2023 y dejar que se marche gratis. La necesidad de vender a 30 de junio aconseja a Meriton aceptar una oferta por el canterano.
El entrenador del FCB quiere armar un equipo de futbolistas que conozcan la liga y, a ser posible, de internacionales españoles. Carlos Soler reúne estas dos condiciones y, además, encaja económicamente en el dinero que puede gastar el club culé este verano por sus condiciones contractuales.
El perfil del canterano del Valencia, como sucede en la selección, se ajustaría a los centrocampistas del Barça, Pedri, Busquets, Nico o Gabi. Los técnicos culés entienden que su adaptación el equipo sería veloz. La operación es redonda en términos económicos y deportivos para el once blaugrana.
Como el Valencia, aunque en menor medida por su capacidad para generar ingresos más allá de la venta de jugadores, el FCB también necesita cerrar salidas antes de ponerse a fichar. Frenkie de Jong es el futbolista que, según los medios catalanes, tiene la llave para la llegada de Soler al Camp Nou. El Manchester United, que entrenará el holandés Erik Ten Hag a partir del 1 de julio, apunta a uno de sus destinos. El otro es el Bayern de Múnich. El traspaso de De Jong generaría un beneficio económico importante y posibilitaría el fichaje de Carlos Soler.