Fotos: EFE Y ATP
MURCIA. Eliminado en los octavos de final del Masters 1.000 de Shanghai por inconsistente. Carlos Alcaraz Garfia cayó frente al búlgaro Grigor Dimitrov, que le remontó el partido, por 5-7, 6-2 y 6-4 en 2 horas y 9 minutos, con lo que da por finalizada su participación en su primera gira asiática con más dudas de las que llegó.
El murciano, de 20 años y número 2 del mundo -era el primer cabeza de serie en este torneo dada la ausencia voluntaria de Novak Djokovic-, se medía a un rival 12 años mayor, que ocupa el puesto 19 de la clasificación internacional y al que se había impuesto en todos sus enfrentamientos en concreto en los octavos de final del Masters 1.000 de París-Bercy en 2022 por 6-1 y 6-3 y, ya este año, en la segunda ronda del Mutua Madrid Open por 6-2 y 7-5 y en los cuartos de final el ATP 500 de Queen's por un doble 6-4.
Alcaraz, quien perseguía el 4-0 en este cara a cara, comenzó el partido ganando de forma solvente sus dos primeros saques y amenazando al resto -tuvo dos bolas de ruptura para el 2-0 pero las dejó escapar-. Sin embargo, Dimitrov fue creciendo en confianza y, también en blanco, logró igualar el encuentro a 2 y luego dispuso de una opción de break que sí aprovechó. Un partido más que se le complicaba a Carlos, lo cual se va convirtiendo en una constante y que demuestra que el de El Palmar no está a su mejor nivel. El búlgaro, soportando la presión, llegó al 2-4 levantando un 15-30 con su servicio y al español le tocaba reaccionar para no entregar prácticamente el set.
Lo hizo para colocar el 3-4 y más tarde el 4-5 con dos buenos juegos echando la pelota al aire. Era el momento de certificar la mejoría y, sacando lo mejor de sí mismo con varios puntos de extraordinario nivel, estableció el empate a 5 para a continuación mantener la inercia positiva para al menos asegurarse un tie break por el que hubiera suspirado minutos antes.
Con muy buena actitud, la necesaria para salir de los momentos de apuro, el pupilo de Juan Carlos Ferrero fue a por su cuarto juego consecutivo ganado y, siendo agresivo, obtuvo su propósito para cerrar la primera manga después de 52 minutos y pasando del 3-5 al 7-5.
"Alcalaz", como se le llama en China, había volteado el marcador siendo él mismo, yendo a por su rival con determinación, y así debió seguir en el segundo parcial. Sin embargo, cedió terreno al servicio nada más empezarlo y Dimitrov castigó esas dudas con su segundo break en el partido.
El de Haskovo, mucho más suelto y golpeando con gran precisión, confirmó la ruptura (0-2) y CA volvía a tener que ir a remolque en este set. En ese contexto el palmareño se puso roca, como le suele pedir su entrenador, y eso le llevó a reaccionar la pista dura del Centro de Tenis Qizhong ante un rival que ya iba por cinco aces y volvía a mandar por 2-4 tras el que fue su segundo juego ganado en blanco en el choque. Grigor quería más e incrementó su ventaja con un nuevo quiebre que le dejaba, esta vez sí, a punto de llevarse el set, que es lo que hizo con el 2-6 después de otros 35 minutos.
El pase a cuartos se resolvería en la tercera y definitiva manga y esta la inició Alcaraz frenando el ímpetu de su oponente al llevarse el saque en blanco. Sin embargo, la falta de consistencia que le está acompañando desde hace varias semanas le siguió lastrando hasta el punto de que Dimitrov volteó el marcador (1-2 y saque).
El lenguaje no verbal y también el verbal de Carlos no engañaban y ni siquiera sus habituales dejadas superaban la red. Con 1-3 el encuentro no estaba perdido pero sí muy difícil por el tanteo y por las sensaciones de uno y otro jugador en la pista. Había que ir punto a punto tratando de controlar la ansiedad y la teoría la puso en práctica un Alcaraz que se enfrentaba a un reto más mental que tenístico.
Con su servicio sacado adelante en blanco para el 2-3 y luego estrechando el marcador con el 3-4 y con el 4-5 pudo creer pero no era su día y sí el de Dimitrov. Por mucho que gritara de pura desesperación el español no iba a lograr lo que su tenis no le diera y el juego de su rival estaba siendo mejor como acabó mostrando el 4-6 tras 42 minutos de un choque en el que Carlos sumó 78 puntos, cinco menos de los que obtuvo Grigor. Hasta estos octavos de final llegó el camino del murciano en China. Lo siguiente para él será el ATP 500 de Basilea y luego el Masters 1.000 de París-Bercy antes de la Copa de Maestros de Turín.