VALÈNCIA. No es momento para lamentarse y venirse abajo: la tristeza es una opción descartada ahora mismo, porque es un callejón que da a otro callejón y a otro y a otro y no tiene salida. No nos merece la pena, Javi Gracia, que nos enredemos en una lucha que la tenemos perdida de antemano. La propiedad hace lo que hace y no creo que estuvieras desinformado antes de venir. Otra cosa es cómo te sedujeron, cómo te hicieron creer aquello que es hoy una deuda de mal pagador. Quizá por eso te estés culpando, estés pensando que no tienes mimbres para hacer que el equipo luche por algo importante. Tal vez creas que estás ante una oportunidad perdida y esto haga que te pierdas el presente, el aquí y el ahora, porque estás al frente de esta plantilla, no lo olvides, y tú debes aferrarte a lo que tienes del mismo modo que ellos se aferran a ti. Perderse en la tristeza solo nos dará más tristeza aún, y ya tenemos bastante los aficionados y aficionadas con ver los partidos igual que tú lo estabas viendo el otro día, como para verte también a ti, decepcionado con todo lo que pasa a tu alrededor. Despierta de una vez, Gracia, y pon a este equipo a trabajar de verdad, a que estén más finos físicamente, a que sepan defender correctamente, a nivel individual y colectivo, a que interpreten mejor tus transiciones, a que junten líneas o las estiren, según vaya la pelota en una dirección u otra. Ponte a eso, Gracia, y déjate de sueños frustrados, que para eso ya estamos los seguidores y seguidoras de ese club.
La propiedad ha tomado la decisión de decepcionarnos a todos, sin importarle nada de nada: para efectuar una gestión de bajo-mínimos no nos hacía falta un empresario, la verdad. Ahora mismo, nadie les cree y si, además, dejan en la estacada a Capoue, entonces olvídate de convencer a futbolistas con promesas porque todos mirarán antes para otro lado. Este descrédito nos está matando, igual que al entrenador, lo sabemos, pero no podemos hacer nada más que seguir con los dedos cruzados y esperar a que Lim entre en razón o decida liberar al valencianismo de este castigo cruel al que nos somete. O actúe un juez, quién sabe. Porque de eso va realmente la historia: Gracia se siente castigado por su insistencia y por su querer asumir responsabilidades. Seguramente le habrán recordado que él aquí es quien organiza los entrenamientos y quien luego alinea: en todo lo demás no pinta nada. Y con total seguridad le dijeron que sería importante en la política deportiva del club, que tendría voz y voto en los consensos, que se le escucharía el primero, etc. Si Gracia se siente mal imagínate nosotros y nosotras, que hemos visto cómo nos han engañado vilmente en la compra de nuestro club. Seguramente es así como la gente hace dinero, no lo sé.
Más allá de las mentiras continuadas de una propiedad que ha hecho de la falacia su modus operandi, también te digo que es lamentable que el Huesca te pasara tan por encima, ya que plantilla hay para ganarles de sobra. No pudimos jugar peor: de hecho, salvo la segunda parte contra el Levante, tú lo has hecho casi todo mal o muy mal. La suerte es que no te ha cogido un rival fuerte, porque te hubiesen metido seis por partido. Yo he recomendado a Gracia que se olvide de que entrena a un club con el prestigio del Valencia y que piense en pequeño, a ver si asumiendo la realidad de una vez empezamos a jugar un poco más ordenados e intensos, porque no me creo que equipos como Getafe, Valladolid o el propio Granada (lo del domingo contra el Atleti fue un accidente) sean mejores: en cambio su rendimiento en el campo sí es mucho mejor.
Hay tantas lagunas en este equipo que me da por ponerme triste al pensar en todo aquello que deberíamos arreglar y que sé que no lo harán: te falta un lateral derecho de garantías (a pesar de que Wass, que no me gusta nada, está siendo de lo mejor del equipo), te faltan tres centrales de nivel de primera división (te sobran Diakhaby y Mangala, que no lo tienen), te faltan dos medios centros algo más creativos y te falta un delantero más resolutivo (te sobra Gameiro y dudo del rendimiento regular de Vallejo) y debes sacar del equipo a Esquerdo (cederlo y que se foguee), Sobrino y Cheryshev (dos negocios lamentables que le han costado al club casi catorce millones de euros) y a Correira (cederlo porque no vas a recoger ni una cuarta parte de lo pagado por él). Son demasiadas cosas para tener tan solo una semana por delante y poca gente trabajando de verdad en ello. Peor no se puede gestionar una plantilla a la que le faltan cinco titulares aún por traer, porque los que fueran a venir (que no vendrán) deberían ser eso, titulares. Sí, es para ponerse triste, muy triste, cabizbajo, pero para eso ya estamos los valencianistas, no tú, Gracia, que tienes la obligación de darle tu forma a este grupo de jugadores y, si no puedes, inténtalo, por todos y todas que estamos aquí y, al verte con nuestro escudo en el pecho, aún nos queda algo de esperanza. Hazlo por el valencianismo, que te está tratando de maravilla. Hazlo por ti mismo, por sentirte más útil de como te sientes ahora: quítanos esta pena de ver al Valencia CF convertido en una falacia, en un juego de vodevil, en un espejismo y haz el favor de no pensar que la tristeza es una opción para el presente.