CASTELLÓ. La segunda sesión del juicio por el caso Castellnou se ha celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de Castellón con las declaraciones de varios testigos y la presencia en la sala de los dos acusados que no han reconocido los hechos que se les imputan: José Manuel García Osuna y Álvaro Rodríguez-Hesles.
En total han sido seis los testigos que han respondido a las preguntas de la sala, dos de manera presencial y cuatro de forma telemática. Entre los interrogados destacan dos ex jugadores del Club Deportivo Castellón en la época en que Castellnou estaba al mando: José Carlos Tabares y Leonardo Ulloa.
A preguntas del abogado de Sentimiento Albinegro, Enrique Galindo, Ulloa ha reconocido la relación que tuvo con Osuna, aunque asegura que ahora no tiene ningún contacto con él. El delantero, que llegó del San Lorenzo y que luego fue vendido al Almería, ha manifestado, en una comparecencia telemática, que no cedió sus derechos a ninguna de las empresas que le citó el letrado y que sus asuntos contractuales los trataba con su representante, Jorge Oliva.
Tabares, por su parte, ha declarado de forma presencial en la sala que no cedió sus derechos a ningún ente distinto a un club de fútbol y que no recuerda que hubiese conflicto alguno sobre sus derechos.
En la sesión de este miércoles también han declarado como testigos Vicente García, Luis Amado González, Miguel Artero López y Francisco Manuel Carral Fidalgo. García fue accionista de Castellnou y su contacto principal, según ha declarado, era el entonces presidente del club albinegro, el ya fallecido José Laparra, aunque ha afirmado en la sala que no tenía conocimiento de cómo se tomaban las decisiones.
González ha reconocido que fue contactado por Blasco y que intentó vender el club en 2009 a un inversor de Bulgaria y que viajaba solo a aquel país para contactar con esta persona. Cuando el fiscal le ha recordado una declaración de años atrás en la que afirmó que Osuna le acompañó alguna vez en esas negociaciones, el testigo ha manifestado que fue un error y que el acusado no le acompañó.
Carral Fidalgo, por su parte, gestionaba obras en Cataluña y la Comunitat Valenciana y fue contactado por el Castellón, por lo que mandó operarios para las obras del club. En su declaración ha dicho que creía "recordar" que su persona de contacto fue Blasco.
Este jueves se celebrará la tercera y posiblemente última sesión de un juicio que inicialmente estaba previsto que finalizara el viernes.