VALÈNCIA. La alcaldesa de València, María José Catalá, repasó en un encuentro con los medios de comunicación la situación de los diferentes asuntos que atañen a todo el espinoso asunto del nuevo estadio del Valencia CF en la avenida de Cortes Valencianas. La alcaldesa se pronunció después de recibir en la alcaldía, a modo de despedida, a Joan Ribó, que mañana dejará su cargo como concejal en el Ayuntamiento.
De manera breve y resumida, Catalá explicó que la situación apenas ha sufrido variación alguna desde que en la última semana de febrero se aprobara, dentro de la comisión de Urbanismo, de la moción alternativa para encargar una auditoría externa que evalúe el coste exacto de las obras del estadio del Valencia CF. "La auditoría se acordó en una comisión informativa recientemente y tenemos que ver cómo articulamos un contrato para que un externo, que es cómo se acordó en esa comisión, haga la auditoría", comentó la alcaldesa.
Respecto a la renovación de la licencia de obras, la cuestión sigue en proceso de tramitación. "La licencia está tramitándose", dijo Catalá, que negó, además, que en los dos próximos dos plenos se sometan a voto las fichas urbanísticas. "Y las fichas urbanísticas no se van a aprobar todavía en este pleno y será difícil que se aprueben en el siguiente". Este miércoles hay sesión plenaria en el Ayuntamiento pero este asunto no forma parte de los puntos del orden del día.
El Partido Popular, que tiene 13 concejales, ha sido hasta ahora el único dispuesto a aprobar esas fichas, algo a lo que se ha mostrado reticente su socio Vox, con el que alcanza la mayoría de 17 votos, y a lo que se muestran contrarios Compromís y el PSPV-PSOE, al entender que las fichas deben ir en paralelo a un acuerdo global con el club sobre las características del nuevo estadio y sus usos municipales.
La última semana de febrero el consistorio, con los votos del gobierno municipal del PP y de Vox y los de Compromís, aprobó encargar una auditoría que establezca el coste real de acabar el estadio con el proyecto que presentó el Valencia CF, y marque qué garantías pedir al club para asegurarse de que las obras no se vuelven a parar.
Tras ese movimiento, el Valencia decidió no firmar la candidatura de la ciudad para ser sede del Mundial 2030 debido a las posibles sanciones que podría tener en caso de no contar con el estadio finalizado. Según la entidad la decisión llegaba por la incertidumbre sobre la obtención de licencias y los beneficios urbanísticos y según la Generalitat por el acuerdo del Ayuntamiento.
El club y las administraciones esperan todavía el fallo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana que se reunió el día 6 pero todavía no ha fallado respecto a las dos demandas que afectan a la ATE de Mestalla.