VALÈNCIA. El presidente del Levante, Quico Catalán, afronta este lunes la junta general ordinaria de accionistas del club con todo decidido, al tener bajo control el paquete mayoritario de acciones, aunque será una cita exigente en la que se espera que los accionistas minoritarios le reprochen el descenso a Segunda División y unas pérdidas de veintidós millones de euros.
Con el voto ya asegurado de la Fundación del Levante, que domina el 60,97 por ciento de los títulos, el consejo de administración del club sacará adelante todos los puntos del orden del día y, por segundo año consecutivo, presentará un déficit por encima de los veinte millones cuando el club valenciano había presupuestado un escaso beneficio de 89.000 euros.
El Levante ya arrojó un déficit de 23,2 millones de euros en la junta celebrada en diciembre de 2021 y no ha sido capaz de corregir esta mala dinámica en el apartado económico.
La entidad se había comprometido a ingresar 10,5 millones de euros por la venta de futbolistas antes de que acabara la pasada temporada, pero tampoco logró cumplir con este apartado, ya que la venta de Enis Bardhi, Roger Martí, Gonzalo Melero y Mickäel Malsa ascendió a 7,6 millones de euros, pero al haber cerrado estos traspasos después del 30 de junio no computan para el ejercicio económico 21-22.
Para esta temporada el club valenciano ha visto reducido en casi cuarenta millones de euros sus ingresos por derechos de televisión y tras percibir 49,9 millones la pasada temporada ha presupuestado apenas 10,3 millones para la presente campaña.
Otro de las variaciones más llamativas del presupuesto de la presente temporada respecto a la pasada en Primera División es el gasto de la plantilla, que el Levante presupuesta para este curso en Segunda a casi veinticinco millones entre el salario de los futbolistas, el cuerpo técnico y las amortizaciones.
La plantilla del Levante en el curso 21-22 tuvo un coste de algo mas de cuarenta millones de euros entre los futbolistas y los tres entrenadores que tuvo el equipo.
El Levante también se ha comprometido en su presupuesto a vender futbolistas por un valor de 13,6 millones de euros antes del 30 de junio de 2023 y el beneficio previsto para el ejercicio económico 22-23 es de 275.000 euros.