Catalán planifica una nueva estructura deportiva tras fracasar con la anterior

30/11/2021 - 

VALÈNCIA. El presidente del Levante, Quico Catalán, tiene por delante la urgente tarea de reestructurar por completo la parcela deportiva después de haber despedido al entrenador Javier Pereira y a la dirección deportiva formada por Manolo Salvador y David Navarro, por quienes apostó en verano de 2019 sin los resultados esperados.

La destitución del entrenador extremeño y de Salvador y Navarro iba casi obligatoriamente ligada desde que los segundos apostaran por Pereira como sustituto de Paco López hace apenas un mes y medio, asumiendo el riesgo de elegir un entrenador sin experiencia en la élite en España y con únicamente veinte partidos dirigidos en la Superliga china.

Aquella arriesgada apuesta por Pereira, que pese al discurso público del presidente Catalán nunca fue del todo bien entendida en el seno del Ciutat de València, les ha costado el cargo a Navarro y Salvador, que habían extendido su contrato en marzo de este mismo año después de aterrizar en el Levante en verano de 2019.

Salvador ya había trabajado en el Levante durante casi veinte años hasta 2016, cuando el descenso del equipo a Segunda División provocó que Catalán precipitara el adiós del ejecutivo valenciano. Esa tortuosa salida no impidió, sin embargo, que el presidente recurriera de nuevo a él tres años después tras despedir a Vicente Blanco ’Tito’.

La entidad de Orriols intentó mediáticamente que la vuelta de Salvador, al que acompañó Navarro y otros dos miembros más en la secretaría técnica, Manu Fajardo y Javier Sanz, sirviera para impulsar la modernización del área deportiva, con la llegada también de un departamento de ‘big data’ para analizar de forma más concienzuda el mercado de fichajes.

Pero el escaso margen financiero, agudizado por la crisis provocada por la pandemia, y una falta de sintonía evidente con el entrenador Paco López impidió que el Levante lograra dar un paso adelante. El equipo, eso sí, se salvó de forma holgada tanto en la temporada 19-20 como en la 20-21, pero el tramo final del curso pasado, con ocho partidos sin ganar, fue un lastre.

En el capítulo de fichajes, el tándem formado por Salvador y Navarro ha dispuesto de poco dinero y tras una inversión aproximada de unos cinco millones de euros entre 2019 y 2021 destaca la contratación del extremo segoviano Jorge De Frutos, por quien el Levante pagó dos millones al Real Madrid por el cincuenta por ciento de los derechos deportivos en verano de 2020.

Otros fichajes como Duarte, Radoja o Malsa, que llegaron libres, han dado un buen rendimiento, mientras que jugadores como Son o Dani Gómez no han estado a la altura de las expectativas en Primera División.

Con el entrenador del filial, el italiano Alessio Lisci, nombrado como interino para los dos próximos partidos, en Melilla en Copa el jueves y el domingo ante Osasuna en la Liga, el presidente del Levante se enfrenta ahora al reto de diseñar una nueva estructura deportiva con la delicada situación clasificatoria del equipo, colista a cinco puntos de la permanencia.

“En los próximos días valoraremos más situaciones y tomaremos decisiones. Quedan muchos días de trabajo”, indicó el presidente Catalán a los medios de comunicación tras anunciar este lunes la destitución de los responsables deportivos y comentó, sin dar más detalles, que será “el club” el que tome ahora las decisiones en materia deportiva. 

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