VALÈNCIA. Celades pierde crédito en 2020. Desde la victoria en Amsterdam y la buena imagen ofrecida en Mestalla contra el Real Madrid, el empate en Pucela con un gol en el descuento de Manu Vallejo dio la sensación de que aquel partido solo había sido un accidente. Pero no ha sido así.
Las malas sensaciones se han acentuado en el nuevo año. El Valencia ha perdido ya dos competiciones y el equipo ha sembrado muchas dudas en el formato eliminatorias. Goleada en la Supercopa ante el Real Madrid y adiós en los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Granada. Ahora, la derrota del miércoles por 4-1 en San Siro solo deja lugar a la épica en Mestalla para no perder 3 de las cuatro competiciones en el mes de marzo.
En la liga, el Valencia está cerca del objetivo de acabar entre los cuatro primeros. Dos puntos de distancia con el Atlético de Madrid y a cuatro del Getafe que es tercero invitan a pensar que todavía existen muchas opciones de recuperar terreno. Sin embargo, la realidad es que en estos momentos el Valencia está en la séptima plaza y se quedaría fuera de Europa.
Mestalla está sosteniendo al equipo. El Valencia solo se está mostrando cómodo con el apoyo de su afición y el rendimiento a domicilio también es el principal lastre para que el equipo no encadene una serie de buenos resultados de forma consecutiva. El nivel defensivo es más que preocupante. Cuatro goles en Mallorca, tres Getafe, dos en Granada y otros cuatro ante el Atalanta revelan el principal problema colectivo respecto a la temporada pasada.
En este sentido, el objetivo de la Champions vía liga obliga al Valencia a mejorar con urgencia lejos de Mestalla. De las catorces jornadas que restan del campeonato doméstica, el Valencia tiene seis partidos en Mestalla y hasta ocho como visitante. Difíciles plazas como el Santiago Bernabéu, Sánchez Pizjuán o Anoeta este sábado esperan al equipo de Celades hasta final de temporada.