César Tárrega busca su sitio

19/11/2023 - 

VALÈNCIA. Lo primero que te cuentan sobre César Tárrega Requeni (Alaquàs, 26/02/2002) en la Academia de Paterna es que es un tipo noble. El compañero al que querrías a tu lado para cubrir tus espaldas y auxiliarte en un momento de apuro. Hugo Duro podría dar fe de ello. El día del rifirrafe con Paco López en Mestalla, en el descanso, Tárrega, a modo de muro de contención, se puso entre Duro y el cuerpo técnico del Granada para proteger a su compañero frente a la entrada del túnel de vestuarios.

El central de Alaquàs, es un jugador XXL de altura que busca su sitio como especialista de una demarcación en la que están de moda unas habilidades que no son precisamente las que lo distinguen, pero que lo hacen diferente y, por tanto, le conceden más valía. 

En un momento en que el juego prioriza los centrales con buen pie que destacan en la salida de balón en la fase de inicio, quizás no se ponga en valor que este perfil de jugador necesita de un opuesto a su lado. Esto es, del defensor que se caracteriza por su contundencia y su capacidad de intimidación, que gana duelos en el cuerpo a cuerpo y es la primera batería antiaérea en la retaguardia. Las academias de élite trabajan en la base con el primer perfil porque lo demanda, generalmente, la competición.

César Tárrega es el tipo de central que no es tendencia, pero que no deja de ser una garantía. Un defensor de envergadura que cuando entra al vestuario del primer equipo de Rubén Baraja es el jugador de campo más alto con sus 1'94 metros de andamiaje. Por detrás, andan Diakhaby (1,92m) y Yaremchuk (1'91m).

Al público que no acude a ver al Mestalla, Tárrega le sorprendió en Las Gaunas en la primera ronda de la Copa del Rey de este curso. Es un central que no se adorna y que se dedica a cumplir con su cometido. Destaca en el cuerpeo con los puntas rivales, aunque le falta un pelín de agresividad, según los técnicos de Paterna. Se perfila bien y aprovecha su altura para ganar los balones aéreos. Defiende bien el área, pero según la gente del fútbol base de Paterna sufre con espacios. Por eso encaja en el bloque medio de Rubén Baraja o en el Bordalás y no tuvo protagonismo en el bloque más alto de Gennaro Gattuso.

Tárrega, de 21 años, no lo ha tenido fácil para llegar al primer equipo desde que José Bordalás le dio la alternativa en Copa ante el CD Utrillas en diciembre de 2021 con 19 años. Competía en Paterna con Facu, Rubo Iranzo y Mosquera. Y por detrás llegaba Yarek, la apuesta del club, por el que este verano Peter Lim rechazo 5 millones de euros en un momento de fuerte rescisión económica. La sensación que existe entre los técnicos es que el rubio de Polinyà de Xúquer asaltará en el primer puesto en la rotación de centrales jóvenes que aspiran a asentarse en el primer equipo.

César Tárrega es el 'patito feo', el central de los de toda la vida, hoy el diferente, pero ya se ha colado en el primer equipo en una coyuntura en la que Cenk Özkacar no está dando respuesta al precio que se pagó por él en mayo y existen dudas sobre si es conveniente que Gabriel Paulista juegue 20 partidos y renueve automáticamente con el mismo salario.

Su rol es el de un jugador de club, de plantilla. Un central específico y grandote al margen de la tendencia que marca el fútbol actual, pero necesario. Si gana en capacidad de intimidación y agresividad se asentará en la élite. De momento ya ha debutado en primera y se ha subido al tren en la misma estación de coyuntura favorable en la que subieron Javi Guerra, Diego López, Fran Pérez y Mosquera. César Tárrega busca su sitio. Y este es el momento para hacerlo.

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