VALÈNCIA. El Valencia CF jugará un partido amistoso contra el Nottingham Forest el próximo día 16 de diciembre, aprovechando el parón liguero debido al Mundial de Qatar. El encuentro se enmarca dentro de los actos del Centenario de Mestalla y ha sido calificado como “histórico” por parte de la entidad. El motivo de tildar el encuentro de esa manera se debe a que el Valencia ganó la Supercopa de Europa en el año 1980, tras imponerse al equipo inglés en una final a doble partido. Sucedió un 17-12-1980. Es decir, este amistoso entre ambos conjuntos se disputará 42 años y un día después de aquella e inolvidable gesta.
No puedo estar más de acuerdo con ese calificativo de “histórico” con el que el club ha bautizado el partido. Además de recordar la consecución por parte del Valencia de un triunfo excepcional y de un trofeo que reposa en las vitrinas de Mestalla, no olvidemos que se logró contra el equipo que ganó la Copa de Europa (la hoy llamada Champions League) aquella temporada. En aquel Nottingham Forest ochentero, que a día de hoy anda titubeando por la Premier, jugaban futbolistas de la talla de Trevor Francis, Anderson, Bowyer, McGovern o el guardameta Peter Shilton, y era dirigido por el genial Brian Clough desde el banquillo.
A mí me invadió la nostalgia cuando me enteré de este amistoso ante el Forest. No pude evitar mirar atrás y acordarme de aquella intensa eliminatoria que se resolvió en Mestalla (por el valor doble de los goles) y que convertía al Valencia en el primer equipo español en lograr la Supercopa de Europa. Yo estuve en el estadio ese día. Con mi padre (qepd). Fueron muchos los recuerdos que afloraron de aquella época y nombres de jugadores como Sempere, Carrete, Arias, Tendillo, Botubot, Cerveró, Castellanos, Solsona, Subirats, Saura, Felman (que marcó en la ida pero no jugó en la vuelta) o el irrepetible Mario Alberto Kempes. Pero, por encima de todos, apareció la figura imponente de Fernando Morena, autor del único gol. El del triunfo.
Para los que no tuvieron la suerte de disfrutarlo, Fernando Morena era un “nueve” goleador a la antigua usanza. Un futbolista de una intuición excepcional de cara a la portería rival y que formaba una pareja letal junto a Mario Kempes. Morena estuvo muy poco tiempo entre nosotros, solo una temporada, pero dejó una profunda huella en Mestalla gracias a su clase y a la friolera de marcar 24 goles en 40 partidos. Esa año, el colegiado Sánchez Arminio nos privó de pelear por la Liga al expulsar a Morena en un partido ante el Atlético, por protestarle un clarísimo penalti cometido por Arteche. La sanción al delantero uruguayo fue terrible. Le cayeron 8 partidos. Nunca más pudimos volver a verle jugar en Mestalla.
Al tiempo que recordaba la estampa de Morena empujando a la red un balón que valía una Supercopa, presenciaba por televisión el partido de sus compatriotas uruguayos contra Ghana. Ahí estaban viejos conocidos como el Tornado Diego Alonso, Maxi Gómez o el propio Cavani. Los dos primeros pasaron sin pena ni gloria por Mestalla. Como ha pasado Uruguay por este Mundial. Bueno, además de pena, pasó con mucha bronca. Cavani llegó al Valencia con la cabeza puesta en ese torneo y lo acabó antes de lo previsto, enfurecido, rompiendo de un puñetazo el VAR. La escena ha dado la vuelta al mundo. Ahora, con las ilusiones rotas, solo espero que Cavani regrese cuanto antes a València. Y que su rendimiento, además de sus goles, puedan estar a la altura de Don Fernando Morena Belora. Ojalá.