Manolo Montalt, José María Peris, Josep Lizondo, Alberto Santamaría, Jesús Bernal, Vicent Molins, Vicente Bau y Josep Bosch analizan el partido del Valencia CF en Mendizorroza
VALENCIA. El Valencia CF dejó escapar los puntos en su visita al estadio de Mendizorroza en un encuentro en el que los de Voro pagaron su relajación en el tramo final.
Los colaboradores de Plaza Deportiva muestran su visión sobre al Alavés – Valencia CF:
MONTALT
És evident que no pots sentir-te satisfet en perdre un partit. Ahir Pellegrino va llegir millor que Voro les carències del rival. I les carències foren dos, fonamentalment. La primera les baixes. Montoya, Mangalá, Gayá, Nani... pertanyen al teòric onze inicial. Els Abdennour, Cancelo, Siqueira i Suàrez no donen per a tapar les baixes quan fallen els titulars.
JOSÉ MARÍA PERIS
El cambio de cara mostrado en los últimos partidos no se presentó ayer por la mañana. Y eso que Parejo y Soler consiguieron exigir a Pacheco, uno de los porteros más en forma de la liga, y pudieron batirlo.
Y el dibujo jugaba a favor. Conteniendo en el centro del campo para resguardar el estupendo botín. El cuento de la lechera. Nueve de nueve, se lanzaba al imaginario. Pero justo en esa zona, el centro del campo, se empezó a descoser. Sin capacidad de destruir el juego entre líneas, fue el principio del fin.
Todas las alabanzas se convierten en peros ante un equipo que creyó más y aprovechó la bajada de tensión valencianista.
Otra lectura puede ser que esta plantilla no está diseñada para jugar partidos cada tres días. Pero no he sido nunca de llorar. A seguir remando. El martes está cerca.
JOSEP LIZONDO
No todos los días se juega contra el Real Madrid. El Valencia hizo un Betis y salió a no perder, con la fortuna de sobrepasar los 70 minutos sin encajar encontrándose de la nada un gol que en cualquier grupo medianamente competitivo hubiera bastado para llevarse los tres puntos. Pero claro, aquí estamos ante uno carente de motivaciones y exigencias que vive con la tranquilidad del deber cumplido tras sumar seis puntos en cinco días. Y olé. Uno en su sano juicio sería consciente de sus limitaciones y compensaría deficiencias con trabajo grupal y táctico. Pero aquí ni hay equipo, ni entrenador, ni club, ni entorno ni dueño. No sé qué más debe pasar para dejar de escuchar tras cada partido medianamente regular hablar de Europa, renovaciones terroríficas a entrenadores sin recursos y demás cuentos de la lechera. El VCF es esto, ganar dos, perder el tercero y empatar el de más allá. Un equipo de permanencia y nada más. Y no por calidad, sino por todo lo que está ocurriendo. Sólo si todas las jornadas fueran contra los cuatro de arriba se podría hablar de otra cosa. Estamos a merced de la autogestión de un grupo sin metas en esta vida y dejado a su suerte.
ALBERTO SANTAMARÍA
Golpe de realidad. Otro más. El enésimo. Y lo peor de todo es que parece que no será el último. El Valencia volvió a las andadas. En un abrir y cerrar de ojos el equipo tiró a la basura la ventaja adquirida con el gol de Carlos Soler. En ese instante, el resultado era injusto, sí, pero apenas restaban 20 minutos para el final y lo único que hacía falta era un plus de concentración. Nada más. Pero ni eso. Jugadores como Siqueira, Abdennour o Mario Suárez están muy lejos del nivel mínimo que se le debe exigir a cualquiera que vista la camiseta con el murciélago en el escudo. Y por si faltaba alguna cosa, Cancelo volvió a hacer de Cancelo y se echó una siesta antes de hora en el 2-1. Pero más allá de los aspectos individuales, ayer Pellegrino le ganó la partida a Voro. Con un par de retoques levantó a los suyos y consiguió remontar el encuentro para amargar el fin de semana a una afición que se ilusionó el miércoles con la gran victoria ante el Madrid y a la que la sonrisa apenas le ha durado 72 horas. Triste.
BERNAL
Se rompió en Vitoria la dinámica positiva. No pudo ser. El Valencia perdió ayer una oportunidad de oro de encarrilar tres triunfos seguidos, y dar un salto importante en la clasificación y sobre todo, cualitativo para pensar en algo que no sea la permanencia. Ayer vio frenada su racha buena ante un equipo que en varios lances fue superior y mejor en los momentos clave. 70 minutos de poco y 20 donde pasó de todo. Un partido que tenía controlado y que tenía que haber aguantado el 0-1 y ganar el partido.
Da rabia el resultado. Pienso que ha faltado algo de reaccion desde el banquillo tras el 1-1. No fue nada brillante el partido del Valencia. No mereció ganar el encuentro tampoco, pero lo tuvo ahí y esto es un varapalo duro tras la alegría ante el Real Madrid.
Alves fue el mejor del Valencia, y en esta ocasión, no estaba Varane y sí Laguardia que no dio opción alguna a Simone Zaza.
Se escaparon tres puntos que a falta de 12 minutos ya se veían conseguidos.
MOLINS
No sé cómo explicarme la palmatoria en Vitoria. Si comparo con la tarde contra el Madrid, síntomas de equipo resacoso al que le sobraba el partido matinal. Vencido por la voluntad superior del Alavés, impotente ante el empuje contrario a pesar de ir ganando por un gol que apareció por ahí. Una mezcla entre la falta de ambición y la falta de energía tras el esfuerzo del miércoles. Si lo comparo con el equipo de hace unos meses, el Valencia ya es un equipo más ordenado, con menos lagunas, un punto competitivo. Por supuesto igualmente aderezado de futbolistas inservibles. Definitivamente vulgar, con alguna mejoría.
VICENTE BAU
MUY LARGO
El Valencia perdió un partido que por momentos tenía controlado. El Deportivo Alavés sí supo sacar ventaja al apretado calendario del conjunto de Voro y supo dar la vuelta al gol inicial de Soler en los últimos minutos. El resultado puede dar rabia pero parece justo. Al Valencia se le hizo eterno el duelo y no tiene una plantilla realmente competitiva. El final del duelo fue claramente de un dominio acentuado del cuadro de Pellegrino que supo dar la vuelta al marcador y acabó el encuentro con un hombre más tras la absurda expulsión de Orellana. El chileno jugó su peor partido de largo desde que está en el Valencia y se autoexpulsó de manera caprichosa y escasamente profesional. Y ahí acabó todo. El esfuerzo de los hombres de Pellegrino sirvió para doblegar a la escuadra de Voro. Al Valencia le sobraron minutos y le faltó orden.
JOSEP BOSCH
Partit equilibrat, en la primera part, sense massa ocasions de gols. La millor a peus de Carlos Soler al minut 17. En este primer temps Parejo, Soler i Orellana s'han fet amb el domini del centre del camp.
La primera part ha acabat i la segona ha començat d'igual manera: amb dos molt clares ocasions de l'Alabès. Els bascos han tingut algunes molt clares, que Alves ha solventat, sobretot, una, d'elles de manera miraculosa.
Magistral treta de falta de Parejo, gran parada de Pacheco i el més llest, Soler, marca el 0-1. Però quan millor ho tenia el València ha arribat l'empat obra d'Ibai Gómez.
El factor desequilibrant esta vegada ha sigut Cancelo, ell soletes ha trencat el fora de joc que ha permés el 2-1. Un greu horror defensiu impossible d'admetre en un jugador de primera.
Després Orellana ha vist la segona groga i ahí s'acabat el partit.
Cansament, acumulació de partits, horrors en defensa i poca polvora davant, així és difícil guanyar a ningú.