VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el FC Barcelona 2-2 Valencia CF:
Si parlavem que una de les coses que tiravem a faltar de Gracia era el libreto, allò que en el casino de poble diuen 'el plantejament', ahir a Barcelona, estava ben clar. Per moments va recordar-nos a aquells Valencia CF de Benítez o Cúper. Juntets, consistents i amb un amor propi dels que agraden a l'aficionat. Guedes ens torna a il·lusionar, esta vegada davant un rival de gran entitat i la tornada de Gayà potser siga un condicionant positiu per tindre més geni en el camp. Aixina, amb Guedes, Maxi i Gayà, on siga. I damunt, l'amic Paco Gisbert podrà traure un poc de pit per allà dalt.
Salió el Valencia con los únicos jugadores que están a un nivel óptimo para defender este escudo. Hoy te has llevado un punto cuando podías haberte llevado los tres si Cheryshev tuviera un mínimo de calidad. Se dio la cara y el equipo mostró sus virtudes (su fe, su ímpetu, su disciplina) y sus defectos (despistes defensivos y bisoñez). No obstante, si no es por la lamentable acción del árbitro el Valencia hubiera rascado más puntos. Así es más difícil y a este equipo no le sonríe la suerte. Hay un gafe Lim que nos persigue. No sé si debemos estar contentos por dar la cara contra los grandes...pero al menos competimos todo el partido y eso se agradece.
Es frustrante, a la vez que triste, que ni en los días que te hacen un partidazo (para el nivel del actual VCF) les de para ganar. Hoy, como en tantas otras tardes, tuviste ocasiones para sumar de tres (y para quedarte a cero) que se esfumaron por poco. Por poco y por las ganas locas del árbitro de regalar un penalti al Barça. Esos 'por poco' son un detalle terrorífico cuando te estás jugando la supervivencia en primera. Es que nunca hay nada que reprocharles, salvo lamentarte por lo desgraciados que somos. Solo un indigente mental puede tener queja de la actitud de este grupo, de lo que pelea cada punto que gana...etc. El problema aquí es de aptitudes, y eso se paga. Urge reformar el centro del campo, con lo que hay no te da para defender, ni para atacar, y partidos de esta índole, donde puedes renunciar al balón 90 minutos y dominar el peligro en el área, solo se dan tres al año.
Al Valencia le va la marcha, los partidos con tensión contra rivales poderosos. Contra el Barça jugó con el descaro y la personalidad que se le exige a un equipo que, aunque está muy mal hecho, tiene un puñado de buenos jugadores. Faltó claridad en la definición, puesto que el Valencia tuvo algunas de las mejores ocasiones del partido, pero en el caos en que derivó el partido, nunca perdió la cara. Y eso que el Valencia jugó con un jugador menos todo el partido, con un Cheryshev ausente, pero el resto, especialmente Guedes y Maxi, estuvieron sublimes, con un trabajo sobresaliente en la recuperación y el ataque. En partidos como este, recuperamos la confianza en un equipo huérfano, dejado de la mano de dios por culpa de su ridícula configuración. Solo queda esperar que la actitud demostrada ayer se reproduzca contra rivales de menor pedigrí.
Un buen Valencia. Descarado, disciplinado, con un árbitro a favor del Barcelona y con casta para luchar el partido en casa de un equipo, el blaugrana, que ya nota en sus carnes todo lo absurdo que suele programar Koeman. Destacar en el Valencia el trabajo y las maniobras de un Guedes francamente inspirado. Empate final que le debe servir a este Valencia para coger aire y confianza. Un punto que incluso sabe a poco. Buen Valencia y buen partido.
En uns dies hem vist al pitjor i al millor València de la temporada. Si en Terrassa es va vore un partit desastrós ahir es va vore un matx jugat de poder a poder entre dos equips que volien els tres punts. Si la primera part haguera acabat 0-2 a ningú li haguera estranyat. Però un penal d’eixos que només se li pita als qui tots sabem va equilibrar l’encontre.
En la segona part més del mateix, ocassions perdonades pels valencianistes i entre mig la remuntada culé. Quan tot feia pensar que començaria el festival del Barça, els de Gracia continuaren buscant la porta d’un Ter Stegen que va salvar un punt per als de Koeman. L’empat de Maxi va ficar les taules a un partit que ha de servir per mostrar el camí a seguir als de Mestalla.
Como antaño, el Barça-Valencia fue un partido loco en el que pudo pasar de todo. Desde que la mala suerte dejara a los blanquinegros sin premio hasta que el fútbol hiciese justicia y los tres puntos se vinieran de regreso a la capital del Turia. El equipo supo levantarse de un penalti en el 45 que, al revés, dudo mucho que se hubiera señalado. Ni el 2-1 hizo que los che se vinieran abajo y liderados por un -por fin- muy buen Guedes llegó el empate y a punto estuvo de hacerlo la victoria. Ayer el Valencia, pese a no ganar, venció al miedo. El miedo al escenario, al rival y a las circunstancias y eso sí es una grandísima noticia.
Qué simbólico ese reverso genético que le queda a un club para, aún en sus peores cotas, seguir presentando batalla en los escenarios más adversos.
El equipo se siente más práctico en los partidos más cumbre. Tal vez por razón de sus propias limitaciones, por la liberación que les permite andar más cómodos o por cierto efecto escaparate. Encuentra allí en un suplemento moral. No le van los partidos de orden porque es entonces cuando más destacan sus desajustes. No servirá para modificar el rumbo, pues el problema no es el convencimiento, sino la virtud para practicarlo.
Irremediablemente cabe preguntarse qué sería de todo esto con un grupo armado con criterio.