VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF 2-0 Celta de Vigo:
Tres puntos para respirar tranquilos lejos de la zona de descenso. El enfermo sigue teniendo las constantes vitales muy bajas y sólo ante un equipo mermado por las bajas y una expulsión , se anima a ir a por el partido. Salvo la destacable actuación de Kang In no hubo síntomas de mejora en el equipo que atacó con intensidad tras la expulsión del meta céltiña pero con una ausencia de orden alarmante. Pero... esos tres puntos ya no nos los quita nadie.
Una assistència a la xarxa. Això ha sigut el gol de Manu Vallejo en les acaballes del partit, que servidor ha celebrat com qualsevol gols d'aquells que es marcaven entre setmana per Europa. Era injust, des del prisma valencianista, no acabar el partit amb tres punts més a la butxaca per alló de l'assetjament a un equip que, amb deu jugadors, es defenia molt bé i que el treball entre línies de Kang In va fer que recularen fins a l'àrea menuda, espai on Vallejo i el seu encert desencertat va obrir la llanda. Un alivi classificatori que fa que demà serà un diumenge amb somriures per als futbolers. Getafe, amb un Bordalás que sembla menys Bordalás que mai, la nova revàlida.
Partido soso, con muchas lecturas muy diferentes. El Valencia nos regaló otra primera parte de esas que se marca. La segunda parecía un calco hasta que llegó la jugada de la expulsión (para mí, muy dudosa) y un añadido de siete minutos, para que en ese tiempo, con Vallejo en el campo, el equipo hiciese lo que no había hecho antes. Por lo visto, a Gracia no le convencen los súper-refuerzos de invierno. Pidió refuerzos pero se le olvidó decir que prefería calidad sobre cantidad. Pues es lo que hay, pero ya empieza a ser molesto este orgullo del técnico, que siempre acaba reflejándose en el campo. Con una victoria bajo el brazo analicemos las muchas cosas que este equipo no hace bien en el campo: muy pobre en la propuesta de juego, muy previsible y muy fácil saber cómo hacernos daño. Todos ya saben que presión alta y hacer que Paulista saque el balón es el camino. Otra cosa es que lo consigan. Por cierto, Gracia estaba como loco por cargarse a Jaume, o eso ha parecido. O no, quién sabe.
Manu Vallejo resolvió un partido áspero, de esos que apuntan al empate sin goles, tras un encuentro infame, en el que ninguno de los dos equipos hizo demasiados méritos para ganar los tres puntos y que remachó Gameiro cuando el choque ya estaba acabado. Solo Kangin Lee supo leer un partido que, por momentos, pareció de ping pong, pues el balón iba de un lado a otro sin control por parte de ninguno de los dos equipos. Los tres puntos dan un respiro al Valencia que debería certificar no pasar muchos apuros el resto de temporada la semana que viene en Getafe.
El Valencia dominó todo el partido ante un Celta que es muy poquita cosa sin Aspas. Ahora, eso sí, los goles incluso llegaron demasiado tarde. Me alegro por Vallejo que no parece contra con la confianza de Gracia, pero que siempre demuestra unas ganas terribles por triunfar. Y después, ayer, está Kang In que para mí jugó su mejor partido desde que subió al primer equipo. La victoria da un empujón importante a un equipo que ayer sí se lo mereció. Todo llegó tarde, pero alegremente tarde.
Era una tarde para no fallar. La imagen de Valdebebas obligaba a sumar los tres puntos por lo civil o por lo criminal. Y si en el Celta no estaban ni Aspas ni Brais, con más razón todavía. Argumentos a los que se añadió una expulsión muy discutible del portero rival -de haberse producido al revés hubiéramos puesto el grito en el cielo-. Pues bien, fueron necesarios 7 minutos de prolongación para que, en el 93, una asistencia de Vallejo acabara en el fondo de las mallas. Porque cuando uno ha nacido para ejercer de revulsivo hasta un pase se convierte en gol. Gameiro redondeó el triunfo y todos contentos...al menos por unos días.
Esta temporada ens està costant molt als valencianistes: anys de vida, cabrejos i salut..
I el partit d’ahir va ser una mostra més del que estic diguent. Massa sofriment contra un Celta que arribava a Mestalla sense els seus jugadors més determinants i que es va quedar amb un jugador menys i mentres tant la sensació de que ni així podia guanyar un València sense arguments futbolístic, joc, ni ocasions. Tot feia pensar que novament els de Gracia es quedarien sense sumar de tres en tres. Fins als set minuts del temps afegit quan Manu Vallejo i Gameiro han marcat assegurant tres punts tan necessaris, com l’oxigen que respirem, per a un equip que ha de començar a reaccionar per no ficar-se en més problemes d’ací al final de campionat.
Dit açò #LimGoHome
Un alivio sostenido. Ver que, pese a todo, da para sacar la cabeza, no hundirse. Tiene cierto mérito esta fracción de la plantilla que decidió, para sus adentros, no dejarse colgar. Más todavía después de la enésima e infinita comprobación de que el Valencia, entrando a marzo, ni tiene propuesta futbolística ni demasiada vocación de que se le reconozca por nada. Una masa amorfa que busca avanzar a base de impulsos. Y del favor de un portero y la conexión entre Corea y Cádiz, llegó.