VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF 2-1 Villarreal CF:
Un partit estrany, sense dubte. Per l'hora, divendres nit, i pel guió, aconseguint una remuntada a les acaballes, que fa respirar a tots, dins i fora del vestuari. Victòria cimentada en les mans de Cillessen i el cor de la resta de jugadors que, hui sí, van presentar competència al rival. Només es demana això, competir amb dignitat. El que no sabem, almenys encara, és si estos canvis d'actitud són cosa de gestió pròpia de vestidor o de connexions intermitents del discurs de l'entrenador. Benvinguda la celebració de Guedes, la vehemència al celebrar un penal de Vallejo i els punys tancats de Maxi. I benvinguts els reforços de gener que, amb quatre baixes per al pròxim partit, potser tinguen la seua oportunitat davant el veí de la ciutat.
El portero juega, no lo olvidemos. Y si alguien se olvida de esto aparece ayer Cillessen y se lo recuerda. Javi Gracia sigue demostrando que no le gustan los refuerzos y prefiere quedarse con uno menos sacando a Gameiro. No comprendo estas cosas, la verdad. Lo del penalti de Gayá es para que el mundo del fútbol se siente y hable de esta perversión de una normativa absurda e ilógica. Por lo demás, el Valencia necesita una victoria por espíritu y convicción y esta ha llegado ya. Tampoco nos mintamos: el equipo ataca y finaliza muy mal. Pero a veces todo es cuestión de hablar en el campo y no tanto de hacer callar. Guedes, a pesar de ese gol lleno de calidad, sigues siendo una decepción de futbolista, lo quieras o no. Eso no lo cambia nada tu gol, en una temporada lamentable, ni tampoco es capaz de callar a nadie. No te equivoques, aquí, el que más debe agachar la cabeza y tener silencio solo eres tú. Ahora, como todos, trabaja para sacar al equipo de ahí abajo. Todos lo agradeceremos.
El equipo sigue sin patrón de juego identificable pero, un rival desnortado, un portero de Champions, unos cambios acertados y un espíritu de superación ausente en tantos partidos... propició una victoria justa en un encuentro que se quiso cargar el árbitro con dos penaltis absurdos.
Se nota ya la mano de Martín Prest. Y además... una de esas leves apariciones de talento individual (aquí Cillessen, allá de repente una ráfaga de Guedes) para demostrar que, pese a todo, el Valencia puede zafarse del desastre precisamente por ese margen cualitativo. La desconexión tan enorme entre dirigencia y equipo tiene de bueno que en picos de destarifo, nada afecta al grupo, todo se la pela, inmune a los sainetes. Tal vez la victoria más importante de la temporada.
La vida tiene estas cosas. El fútbol en ocasiones es justo y ayer lo fue con un Valencia que mereció la victoria. Del Villarreal poco podemos decir. Fracasó su entrenador y el Valencia, con muy escasos jugadores, supo darle con justicia un giro al marcador. Tres puntos de oro y merecidos. Ahora toca soñar con más tranquilidad.
Fa uns dies el senyor Velasco Carballo va dir que el VAR només havia fallat en 3 vegades de les 100 en les que havia actuat. Suposse que ara ja seran 4. El penal xiulat a Gayà és per a dubtar del VAR, del VOR i de tota la seua parentela.
Un València que no passava massa dificultats ha vist com injustament estava per baix del marcador. En la segona part els groguets han pogut matar el partit, però ha aparegut el millor Cillesen per a parar-ho tot. I des de darrere s’ha aconseguit primer igualar el matx, també de penal, VAR inclòs, i posteriorment guanyar amb un gol de l’indignat Gonçalo Guedes.
Tres punts que ens donen oxigen i vida.
#LimGoHome
Tras el varapalo de Getafe y las lágrimas de Paulista poco hacía presagiar allá por el minuto 80 de partido que el Valencia sería capaz de levantarse del 0-1 en contra. Cillessen sacaba todo lo que le llegaba y solo él mantenía a los suyos con vida. Una vida que aprovechó el equipo con el penalti del empate y que se convirtió en oro con la inesperada y estelar aparición de Guedes. Cuando parecía muerto, después de dos encuentros sin rascarla, surgió el portugués para volver a hacer bueno el tiempo de descuento. Bendito sea.