VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF - Atalanta:
SERGIO ARLANDIS
Los aficionados de la Atalanta han elegido a Diakhaby como su mejor jugador. Me parece una vergüenza de futbolista, que le ha quitado mucho a un Valencia que no debería dejar que volviese a jugar con su camiseta, por malo y reincidente. Creo que es al único futbolista que le vino bien que Mestalla estuviese vacío. Por lo demás... Sin novedad en el frente: este equipo es mediocre defendiendo y Celades demasiado risueño en sus intenciones y disposiciones. Adiós, con deshonor, a la Champions. Son horas de tristeza e impotencia para el valencianismo. Gracias a todos los que habéis conseguido este hito. Me estoy acordando mucho de la inoperancia de aquel que no quiso vender por 40 kilos al defensa francés.
VICENTE BAU
Diakhaby era el único defensa central que tenía el Valencia y él sólito se encargó de impedir cualquier atisbo de remontada con dos penaltis de libro en la primera mitad. Y nada más que decir. La Champions murió en Italia y en la Liga nos jugamos la próxima, la importante de verdad. Y nada más. Cayó el Valencia de forma justa y a pensar ya en el Levante UD, próximo rival.
JOSÉ MARÍA PERIS
Era difícil abans del partit. I al minut, més encara. Ni la xafada espectacular de Gameiro fent l'empat va donar alé, ja que al poc altre gol italià va desfer el silenciós somni del valencianisme. Errades grosseres, que diria el mestre Cúper, centralitzades en Diakhaby, un jugador irregular, amb només 23 anys. Opinions a bandades, quan tot va bé, s'elogia la joventut de la plantilla, quan va malament, es castiga. Recorden, per a tindre-ho tot en perspectiva, que un central veterà va expulsar-se amb dos partits. I tot açò sense entrar al detall de la planificació esportiva al principi de temporada i ara amb la lesió de Garay. Demà eixirà el Sol i direm que fa oratge de Falles amb nostàlgia. Però tot passarà. Consolen a les seues filles i fills valencianistes, que encara no ho entendran. Però, amb gent d'ací o amos de fora, el Valencia CF és aixina.
PACO GISBERT
Se hace difícil comentar un partido que parecía más un juego de Playstation que una eliminatoria de octavos de final de Champions. Lo intentaré, sin caer en el tópico de echarle la culpa a Diakhaby, aunque tenga mucha parte de ella, o criticar la debilidad defensiva de un València que jugó con más corazón que cabeza. Quizás lo único positivo que se puede sacar del destarifo que supone jugar un partido de este nivel a puerta cerrada (hay que recordar que la puerta cerrada, en fútbol, es siempre un castigo para el local) es que el València no se rindió nunca en la segunda parte, ni siquiera cuando comprobó que pasar de ronda era ciencia-ficción, ni siquiera cuando Celades comenzó a vaciar de defensas del equipo para sacar delanteros sin demasiado sentido. Acaba la aventura europea del València y tiene pinta de que pasarán años hasta que volvamos a escuchar la versión del Himno de la Coronación de Handel que define a este torneo. Bueno, igual de aquí cinco o diez años, según pronostican quienes se cargaron un proyecto que apuntaba a consolidarse en la élite europea.
VICENT MOLINS
Ya podemos apelar a toda la retahíla de factores en contra, pero con un global de 8-4, sin ápice de épica y lo que es peor, sin atisbo de consistencia, el Valencia, su proyecto deportivo, su entrenador, deben preguntarse unas cuántas cosas. No ya tanto de lo que ocurre (es evidente) sino de cómo se quiere hacer evolucionar a una plantilla que perdió su capacidad para agarrar los partidos con sus manos.
JOSEP LIZONDO
A mí la sensación que me deja la eliminatoria es que el Atalanta siempre hizo lo que quiso hacer. En la ida bajó el pistón con el 4-0 y te dejó respirar haciéndote creer que no fue para tanto. Hoy a pesar de verse con un gol a los dos minutos ha manejado el encuentro a placer. De hecho me queda la cosa de que no te han destrozado porque les has dado pena y no valía la pena ese desgaste gratuito. En fin. Sigo prefiriendo caer a Europa League y jugar por ganarla que ver unos octavos de Champions sin tener trazas para competir por ella. Ahora a ver cuántos años de purgatorio nos comemos. Porque la pinta del VCF es más de ir para atrás que para adelante.