"El mejor partido de la Liga, que no defraudó a nadie"

VALÈNCIA. El Valencia CF empató el duelo en la cumbre con el FC Barcelona en el estadio Mestalla y se mantiene a cuatro puntos del liderato. Los de Marcelino protagonizaron una primera parte pobre que arreglaron con un segundo acto más valiente e inspirado. 

Los colaboradores de Plaza Deportiva muestran su visión sobre el Valencia CF 1-1 FC Barcelona:

MOLINS

Creer que el Valencia es un equipo naif que se deja llevar por los impulsos es desconocer a qué juega este grupo, capaz de ponerse trajes distintos según la exigencia de la noche. Saliendo mal los jugadores supieron resistir, reaccionar y revolucionar el partido para llevarlo a territorio propio. Aquí un equipo capaz de disputar cada centímetro del campo. Y luego está lo otro... el ambiente que se ha vivido en Mestalla es el verdadero triunfo. En este campo se vive uno de los ambientes más increíbles del fútbol europeo. Seguimos.

BAU

INVICTOS

El empate final sí hace justicia al fútbol desplegado por uno y otro equipo. Una primera parte con un Barça claramente dominador y un gol no gol que debió no señalar Jaume Ortí desde allá donde se encuentre. En la segunda mitad el Valencia fue mucho más equipo. Se quitó el temor inicial al Barça y un tanto de Rodrigo sirvió para soñar con una sentencia favorable al Valencia. Pero no pudo ser. Apareció Messi con una pase sutil sobre Jordi Alba y subió el empate definitivo al marcador. El resultado es más o menos justo. El Barcelona es un equipo muy cuajado con un Messi y un Valverde que saben bien lo que hacen y el Valencia demostró que soñar, al menos, con la Liga de Campeones es un lujo que ya nos podemos permitir. Y por último señalar a Rodrigo con la peluca celebrando el gol del Valencia dedicado a Jaume Ortí. Un detalle precioso.

MONTALT

Otra muestra más de que este Valencia compite. Puede ganar o perder, pero si le toca no sumar los tres puntos, ha de ser porque su rival se lo gane, no porque él lo regale.

Pese a la primera parte muy pobre (con un gol que debió subir al marcador tan claro como el que se debió anular la temporada pasada por fuera de juego de Luis Suárez), el Barça controló la posesión pero no obligó prácticamente a intervenir a Neto. En la segunda parte el equipo ya fue diferente y un zarpazo desde la banda izquierda  muy bien llevado por Gayà, le puso la pausa suficiente para buscar a Rodrigo y marcar el primero que hizo enloquecer a Mestalla. La celebración del hispano-brasileño con la peluca naranja y los dedos al cielo dedicando el gol a Jaume Ortí le otorgan un lugar privilegiado en el corazón del aficionado.

El Barça se lanzó a por el empate y como el cansancio impidió estar finos en las contras, acabó encontrando un hueco. Lo encontró porque tiene al mejor jugador del mundo, si no, tampoco lo hubiera conseguido. Pero Jordi Alba puso el empate, y pese a que el Valencia tuvo dos contras más al final, el descuento se jugó en campo del equipo culé. Otra evidencia más de que este equipo no regala nada. 

Esa sigue siendo la mejor noticia: este equipo compite. La mejor de las fórmulas para llegar muy lejos en cualquier campeonato.

SANTAMARÍA

Capaz de competir y de ganar contra cualquiera. Pese al empate final, así es el nuevo Valencia de Marcelino. Con un recibimiento como los que hacía tiempo que no se producía en los aledaños del estadio, el conjunto che demostró que nunca le pierde la cara a un partido. Tras una mala primera mitad, el vestuario lo cambió todo. Con el transcurrir del encuentro, el mejor duelo que hoy en día puede ofrecer nuestra Liga, se decantó hacía los locales. Solo una genialidad de Messi dejó sin validez el gol de Rodrigo. Un Rodrigo que, como el resto del Valencia, dibujó con su celebración y la peluca la sonrisa de toda una afición que desde el viernes sabe que el cielo cuenta con otro ángel blanquinegro. Gracias Bonico.

NACHO COTINO

Hemos presenciado dos partidis en uno. En el primero el exceso de concentración para tratar de detener al Barça, impidió al Valencia desarrollar su fútbol habitual. El descanso sirvió de revulsivo y “un pajarito” cantó a Rubén Uria que había que salir de la cueva y perder el miedo a Messi. A partir de ahí el partido fue otro y llegó la recompensa para el aficionado que quiere espectáculo aunque el Barça no suele dejar heridos y supo aprovechar la suya. Empate Justo.

RUBÉN URÍA

Choque de trenes en Mestalla. El mejor partido de la Liga, que no defraudó a nadie. Un Barça imperial en el primer tiempo y un Valencia que resistió la marea, sacó el manual de supervivencia y fue mejor en la segunda mitad. Rodrigo tributo un merecido homenaje a Jaume Orti y Messi se sacó de la chistera un pase estratosférico para nivelar el partido. Más allá de los errores arbitrales y de las polémicas, Valencia y Barça demostraron, con estilos y armas muy diferentes, que son los mejores equipos de lo que va de Liga. Fue un partido para gigantes y ante la mejor versión del Barça de Messi, el Valencia no se escondió y peleó hasta el final. Jaume Orti, este donde esté, puede sentirse orgulloso de un equipo a la altura de su fantástica afición.

FERMÍN RODRÍGUEZ

Entre el respecte i la valentia
El VCF aconsegueix seguir invicte en la Lliga i posar contra les cordes al millor Barça de la temporada. Tot fluctuant entre l'excés de respecte de la primera meitat i la valentia de la segona. Somiar en gran exigeix a l'equip que ha fet el pas avant, el que s'ha soltat les cadenes, el que ha posat Mestalla en peu per tancar un partit d'una emotivitat majúscula per l'adéu de Jaume Ortí.

JOSEP BOSCH

Quin gust recuperar sensacions, eixir de Mestalla fotut per haver empatat contra el Barça. Haver estat prop d’acabar la jornada tretze a tan sols un punt del lider de la lliga, és una cosa que molts valencianistes havien oblidat. 

Alguns voldran vore en el gol no concedit al Barça una mà negra, fins i tot hi haurà qui ho vorà com una conseqüència més de l’aplicació del 155 i no recordaran altres errades arbitrals que va patir el VCF no fa tant contra els hui agraviats, coses del futbol, dels arbitratges i del VAR.

Hui, en un dia marcat pel sentiment, el camp de Mestalla ha recuperat velles emocions després de vore a dos equips jugant a futbol de poder a poder, amb una part per a cadascú i al final empatant. Mestalla ha contemplat als únics dos equips encara invictes i u d'ells és el València.