VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF - FC Barcelona:
El resultado ha sido excesivamente abultado, pero evidencia todas las miserias de este equipo: desorden defensivo, poca efectividad cara a puerta, un centro del campo endeble, etc. La cuestión es que la efectividad ha sido clave en el campo y el Valencia no la tuvo en ningún sitio. Realmente todo el mundo quiere jugar contra este equipo, porque te facilita las cosas: te da vida, te permite llegar y rematar; te da opciones, aunque luche y vaya al choque. Luego está el partido tan flojo de Guillamón, Moriba, Alderete y, sobre todo, de Foulquier, que ha estado desastroso, y de Marcos André, que sigue demostrando que es un fiasco como una catedral. Con esta sangría atrás no vas a ningún lado, tampoco en copa, señor Bordalás. El equipo da lo que tiene, pero visto lo visto o tiene poco o da poco. O las dos cosas. Y por cierto, es verdad que ayer no hubo suerte, pero los equipos fuerzan y buscan esa suerte: eso hacen los grandes. Por desgracia, la lepra institucional que vive el Valencia de la mano de Meriton lo hace cada vez más pequeño.
Demasiadas disquisiciones sobre el tipo de fútbol, cuando en realidad nunca fue problema de estilo, sino de con qué capacidad ponerlo en práctica. Es sencillo que un equipo en transición pero con talentos zarandee al Valencia en un par de ratos: sobre todo cuando te quedas en los huesos, entregado a la indolencia de un solo aliciente. Ojalá fuera un problema de estilo. Lo es de lo que todo el mundo ya sabe.
Bochorno del Valencia ante un Barça que fue muy superior. El equipo de Bordalás no da la talla y evidencia que es una plantilla muy justita para intentar luchar por algo en la presente temporada. El partido de ayer no tiene más lectura. El Barça de Xavi no para de crecer y el Valencia de Bordalás tampoco para...pero en este caso no para de hacer el ridículo. De aquí al final de temporada solo queda la Copa. En Liga el objetivo para el Valencia es claro. No descender, y poquito más.
1 a 4, no cal dir res més d’un València que no té joc, ni gols, ni intensitat, ni res de res. Els de Bordalás no funcionen davant, ni al mig del camp, ni en la defensa, ni en la porteria. Cap senyal d’esperança podem albergar d’un equip, un entrenador, un cos tècnic i per suposat d’esta infame directiva que ja no tenen crèdit. La temporada és una autèntica castanya que només un miracle a la Copa pot salvar.
Novament esperarem arribar als 42 punts quan abans per a evitar més patiments.