VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF 2-2 Getafe CF:
Aunque les fastidie a los getafenses que ponían mensajes de burla antes del final, sigue tocando en Hugo Duro y eso no va a cambiar, a pesar de la bajeza moral de un equipo madrileño que jugó bien poco. Sin embargo, no podemos obviar que en el Valencia hay un pequeño grupo de niñatos futbolísticos cuyas decisiones siguen lastrando partido a partido. Luego hay errores de calidad personal de jugadores que no llegan: por ejemplo, Cheryshev no puede disparar 4 veces a portería y que ninguna fuera entre los tres palos. No voy a hablar del tremendo error de Jaume, porque no se merece crítica más dura, pero es innegable su cantada. Por lo demás, pues menos mal que se ha ido el mercenario Kondogbia y menuda faena que se haya ido el francés, porque aquí se quedan los peores al frente del club. Estamos condenados incluso a un final más trágico que el que creemos. Meriton es un mago que sabe engañar o no, pero se creen que sí.
En el fútbol antiguo Arambarri estaría en la calle por uruguayismos de Máximino. En el fútbol del VAR es el autor de un zapatazo que puso el empate. No se le puede reprochar nada al equipo hoy. Jugó al otro fútbol y al de más allá como mejor supo, desquició al Getafe, rey en esas lides, y aún, en otra del río de la plata, rescató un punto sobre la bocina. Debe ser un punto de inflexión. No hay otro camino si se quiere evitar la catástrofe. Se puede decir sin tapujos que sin la estupidez de Correia tal vez hoy hasta hubieras ganado.
El Valencia ha mutado en un equipo indescifrable. Capaz de sacar un oficio impensable durante casi todo el partido y de desvelar su extrema inocencia en los minutos finales, de jugarle al Getafe con sus armas y quedar desarmado por dos estupideces individuales, de empatar un partido que tenía perdido después de haberlo tenido ganado. La sensación que quedará es agridulce, pero habría que rescatar el espíritu colectivo del grupo y corregir las tonterías de las individualidades. Solo hay una certeza: si este año no morimos de un ataque al corazón, seremos inmortales.
Penalti de Españeta
No podía ser lo vivido ayer. Te adelantas en el marcador, se expulsa un jugador de tu equipo, te empatan en los últimos instantes y un grave error de Jaume permite que al final, injustamente, se adelante el Getafe y de la impresión de que ahí terminaba todo. Pero no fue así. De pronto emergió la figura de Españeta - disfrado de un peleón Maxi- para caer en el área y permitir que Soler transformará el penalti que nos daba el empate. Partido raro y eléctrico al final y menos mal que Españeta, ya sobre el césped de Mestalla, no quiso que su equipo perdiera así un partido tan rarete. Empate final, que no es mucho, pero si algo mejor que una injusta derrota.
No hay mejor muestra que lo visto anoche para dejar patente que el vestuario quiere. Que con sus limitaciones, el Valencia de Gracia no baja los brazos. Con un hombre menos el equipo supo competir ante uno de los rivales más duros para hacerlo. ¡Lástima de los errores puntuales! Como dijo Gayà al acabar el partido: "este es el camino". Con Carlos Soler liderando desde la posición que le vio crecer y con Yunus cabalgando hacia una progresión que parece imparable, hoy me acojo a los brotes verdes de los que disfrutamos en Mestalla. ¡Que duren!
La prodigiosa cabalgada de Yunus metió al València en un partido que teñido de azul. La segunda parte, marcada por la irresponsable auto expulsión de Correia fue un derroche de esfuerzo defensivo e incluso alguna opción de ampliar el marcador pero el Getafe remontó por errores atrás y Soler tuvo las agallas de anotar la oportunidad de salvar un punto. El València compitió pero sólo le da para empatar contra el peor Getafe que ha pasado por Mestalla en los últimos tiempos. Un punto en casa sirve de poco y menos si es el único cosechado de los últimos 12 en disputa.
El camí és eixe. No hi ha més. Quan les individualitats en positiu no són excepcionals, encara, cal fer fort al grup i el que queda d'ell. Que no es perda la cara en cap partit és al que s'ha d'agarrar el col·lectiu per reconstruir l'orgull. Un punt que val més per la moral que per la matemàtica. Caldrà saber ixe gest de Soler, que comença a guanyar galons, de fer callar a una grada absent per a qui anava. Bogeria de final on es dona la cara i un pelet de sort, que també juga, en este cas per al rescat d'un punt. Problema per a la banda dreta per al pròxim partit. Esperem que no es desvestisca el centre del camp que cal consolidar siga com siga.