LA VISIÓN DE LOS EXPERTOS

"Ni fue un accidente, ni fue sorprendete"

Vicent Molins, Desmemoriats Vicente Bau y José María Peris analizan el encuentro en Mestalla contra el Olympique de Lyon

10/12/2015 - 

VALENCIA. El Valencia perdió contra el Olympique de Lyon por 0-2 y se queda fuera de la Liga de Campeones y tendrá que centrar sus esfuerzos en hacer un buen papel en la Europa League.

Los colaboradores de Plaza Deportiva muestran su visión de lo sucedido en el encuentro frente al Olympique de Lyon:

DESMEMORIATS

No hace mucho el Valencia fue a Gante a sellar su pase a octavos. Se lo merendó un equipo intenso. Hoy se jugaba la épica, y se lo merendó un equipo que simplemente estaba. Mientras el Valencia, y nosotros, se siga/sigamos creyendo/nos lo que no somos jamás se/nos curaremos. Este club necesita un reset ideológico. Asimilar que no está para grandes vuelos (solo hay que ver su histórico en Champions desde 2007) y empezar con humildad un proyecto de futuro. Seguir así es seguir tirando dinero e ilusiones a la basura. El Valencia no necesita 200 millones en fichajes, necesita saber qué demonios es y dónde quiere ir. Hasta que no lo sepa, lo de los últimos tiempos será tradición.

VICENTE BAU

A LO NUESTRO

Voy a ser práctico. Querer jugar un partidazo para dar la bienvenida a tu nuevo técnico resulta utópico si apenas unos días antes has jugado contra el Barça dándolo todo. Anoche en Mestalla vimos a un equipo casi sin fuerzas enfrentarse a un conjunto francés simplemente ordenado, sin jugarse nada en el envite, sin nervios por tanto. Y el Valencia cayó víctima de sus propias deficiencias. Los francesas, con oficio en sus botas, permitieron que pasaran los minutos para ir poniendo orden y templar a los locales. Con la anulación del gol de Mustafi -injustamente- y la llegada del primer tanto de la escuadra francesa se acabó el partido. El Valencia se dejó todas las fuerzas del mundo para dar la campanada ante el Barça en la Liga y luego esas fuerzas le abandonaron anoche ante el Lyon. Pero yo prefiero pasar página. Me despido de la Champions y abrazo de nuevo a la Europa League. Posiblemente, con este equipo tan joven, demos más guerra en la segunda competición europea que en la primera.

VICENT MOLINS

El mitómano Lim debió creer que todo se podía arreglar con un 'de repente', un cambio trascendental en el momento adecuado. Y con él, porque no nos queda otra, nos lo creímos todos. Pero las cosas no suelen suceder a golpe de milagro. Ni fue un accidente ni fue sorprendente. Solo la tendencia. Mirando en alto la tendencia europea del Valencia desde hace años: caer rápidamente en Champions, una competición que al club le sigue viniendo grande. Mirando en corto, la tendencia de un equipo desperdiciado con un rendimiento pésimo en un grupo facilón. Cuando experimentas y crees que todo puede salir bien 'de repente' pasan cosas así, supongo. Si alguien quiere cambiarlo debe dar paso al tiempo del orden.

JOSÉ MARÍA PERIS
Y este cuento se acabó. Las etiquetas con el #Tornem. Las colas para la renovación del pase. La ilusión por la competición de élite, por ir a Mestalla entre semana y no los -perdón- juernes. Todo eso se acabó porque no ha entrado la pelota, porque la cuestión es que una mala fase de grupos te devuelve de una bofetada a la realidad. Triste realidad. Un equipo roto, anárquico, sin un patrón de juego definido. Con Parejo de cinco como única opción para crear juego en ataque, primera impronta táctica de Neville, Gary, fuera de las pizarras de Sky. Sin un plan alternativo. Sin autogestión ni oficio por parte de los jugadores. Sin permutas en el centro del campo, que arropen más al poseedor de la pelota, sin creación de espacios por fuera que faciliten el trabajo ofensivo y dificultar al defensor rival, sin un portero que las pare... Todo fue así de mal salvo la cuestión del portero, como siempre, el mejor del partido.

El partido se jugó con el corazón. Incluso desde la grada, con esa heroica noche de transistores con la que todos soñábamos, recordando otras noches Champions con otros nombres, con otras caras. Y el gol de Mustafi nos alegró medio segundo, justo lo que tardábamos en ver que había sido anulado. Y luego, más de lo mismo, las paradas de Jaume, los aspavientos de Gayà, que juega más con el escudo que con la cabeza y las arrancadas de potro de Cancelo, por nombrar algo dentro del desordenado entramado que es ver a los once blanquinegros en casi cualquier campo.

Soltemos lastre. Empecemos con este final para construir el principio de la Champions 2016-2017. Así de fácil. Así de difícil. 

Ya lo dijo ayer Desmemoriats, este Valencia siempre mola. Y ahora, más. Keep calm and make a team, Gary.