"La victoria del Valencia en Granada supone un paso de gigante para el equipo de Gary Neville"

VALENCIA. El Valencia CF consiguió ganar en su visita por 1-2 en su visita a Los Cármenes en un partido en el que el equipo blanquinegro sumó su segunda victoria consecutiva en liga para alejarse del descenso.

Los colaboradores de Plaza Deportiva muestran su visión sobre el choque:

VICENT MOLINS

¿Jugó un buen partido el Valencia en Granada? No, o al menos no lo que cualquiera entendería por un buen partido. ¿Pudo en tres achuchones cerrar el Valencia el partido en la primera parte? Es correcto. ¿Pudo el Granada remontarle al Valencia en la segunda parte? Así es. ¿La defensa del Valencia no da la talla para un club con aspiraciones? Ahí están las pruebas. ¿Se vio poco del brío que hubo contra el Rapid? Poco, poco. ¿La victoria, los tres triunfos seguidos, son agua bendita para alejar fantasmas, reducir tensiones y liberarse? Y también para tener la confianza mínima como para armar un equipo, algo de lo que este grupo está muy lejos de ser. A todo esto, ojalá el Granada cada jornada.

VICENTE BAU

A OTRA COSA
La victoria de ayer del Valencia en Granada supone un paso de gigante para el equipo de Gary Neville. ¿Si jugó bien o mal el Valencia? Permítanme que no responda directamente a esa pregunta. Sacó los tres puntos -ante el colista- que al fin y al cabo es de lo que se trataba. Y miren, así como el que no quiere la cosa el equipo de Neville lleva ahora varias victorias consecutivas. Es obvio que a este Valencia le faltan muchas cosas todavía como para considerarlo un equipo asentado. Pero va sumando... que es de lo que se trata. Bien, al igual que el Valencia va creciendo en cuanto a resultados debemos destacar la racha triunfante de un jovencísimo delantero llamado Santi Mina que ayer, pese a jugar demasiados pocos minutos, marcó el tanto que al final le dio los tres puntos al Valencia. La victoria supone para el Valencia estar más lejos de los puestos de descenso que la distancia que separa al Barça y al Madrid. ¿Ganará la liga el Madrid? Pues obviamente no. ¿Bajará el Valencia a Segunda? Pues obviamente tampoco...

JOSÉ MARÍA PERIS

Tiremos de tópico. Lo mejor, el resultado. Con la sensación de haber hecho poco mérito para ganar los tres puntos. Sufriendo y mucho. Pero así también vale. Y tanto. Como que es más saboreado y nos devuelve a la realidad después del vals vienés. Realidad. No olviden esta palabra. Porque ahora puede que empiecen a escuchar o leer cábalas para jugar Europa League o cosas peores. Y no. No hagan caso. Este equipo sigue cogido con alfileres.

A pesar de la alegría de Parejo y su llegada. A pesar del instinto de Alcácer y la libreta de Ayestarán, que es la misma que la de Neville.

Porque si no lo fuera, sería feo. Y en esa libreta hay que repasar la tensión defensiva, las ayudas permanentes a los jugadores de banda para que Siquiera, por ejemplo, no sufra cada vez que lo encaran. Y recuperar la sangre que da el potrero, que da la calle y el jugar solo por el honor. Como Success, sin amilanarse ante nadie, siendo irreverente y, quizá, con un punto cabroncete. El nudo de la corbata ya aprieta menos. Pero sigue ahí.

DESMEMORIATS

Ahora no importa cómo se gana, sino ganar. No está el Valencia para que le vayamos pidiendo excelencias, hacerlo es propio de inconscientes. En el pasado la mala fortuna te privó de puntos seguros igual que hoy te regaló tres que eran más bien uno. Pero el Valencia consiguió algo extraño, hacer un partido lineal, sin grandes diferencias entre tramos, y salir victorioso a pesar de sus cosas, que siguen siendo tremendas. Conseguir ganar en situaciones así es realmente positivo. Sobre todo cuando pesa tanto, todavía, compaginar tres partidos en una semana, y más cuando vas a los lugares sin equipo.