"Kameni, contigo empezó todo"

VALENCIA. El Valencia venció por un gol a dos en su visita a Málaga, tras remontar el primer tanto de Cop. El equipo de Neville suma su tercera victoria en Liga y todavía 'sueña' con alcanzar puestos europeos.

Los colaboradores de Plaza Deportiva analizan el triunfo valencianista.

DESMEMORIATS

Qué importancia tienen los pivotes en este equipo. Tanto Fuego como Enzo transforman con su sola presencia al equipo entero, lo equilibran, le dan sentido, lo asientan y lo resguardan. Hacen de una banda un pelotón decente. Es tan dramático lo de este curso... Al Valencia le basta con hacer dos cositas bien para ganar, le da para eso. Pero mira que le cuesta hacerlas... Estamos en esa fase en la que cualquier cosa va a desequilibrar la balanza. Todavía es un Valencia frágil e imprevisible capaz de lo mejor y de lo peor con horas de diferencia. Prudencia. De momento el paso de ganar a los que son tan malos como tu ya se ha dado. El reto ahora consiste en vencer a aquellos que están mejor, que son casi todos los que vienen ahora. Perill. Kameni, contigo empezó todo.

VICENTE BAU

¡QUÉ VIVA KAMENI!
Tuvo que ser él. Fue el portero del equipo rival el que nos sacó del tedio y nos hizo creer en lo imposible. Fue Kameni el que cerca de finalizar la primera parte decidió marcarse un extraño gol en propia puerta y dar alas de alguna forma al valencianismo. Ese gol supuso el empate y dio alas al Valencia para lograr el tanto de la victoria apenas comenzada la segunda parte. Y sí, fue una victoria padecida a lo bestia por todos los seguidores valencianistas. La segunda parte fue terrorífica. El Valencia sacó de los nervios al Málaga nada más anotar el gol de Cheryshev y todo el partido se sucedió de forma incontinua y extraña. Casi ningún futbolista de ninguno de los dos equipos parecía capaz de dar un pase en condiciones... y en eso se convirtió el partido. La segunda parte -futbolísticamente hablando- fue un pecado mortal ejecutado al unísono por ambos equipos. Nervios, nervios y más nervios. Y por ahí, en ese terreno, en el terreno de los nervios y las inseguridades, el Valencia sí fue superior al Málaga. Tres puntos y a casa. ¡Qué viva Kameni!

JOSÉ MARÍA PERIS
Si el partido hubiese sido tan solo la segunda parte, sería fácil el análisis. Un rotundo "Así sí" y a otra cosa, mariposa. Porque no es que la segunda parte fuese como para enseñarlo en la Academia Gloval, pero al menos se mostró un poco de oficio y se tuvo esa pizca de fortuna del necesitado por desesperación. El zarpazo de Cheryshev al poco de empezar la segunda parte, unido al pisotón involuntario al amigo Kameni acabando la primera parte, nos hacen ver el futuro con un optimismo resultadista. Quien nos iba a decir que nos íbamos a convertir en unos Billy Beane, la única tabla de salvación robusta que nos queda. Tan robusta que hasta el maldito, y por fin oscarizado, Di Caprio hubiese salido vivo del naufragio del Titanic. Y eso, de momento, es lo que tenemos. Números, kilómetros corridos, Javi Fuego y la sonrisa pícara de Alcácer. Y un ruso, honrado que quiere correr más y marcar más para sentirse futbolista y tener unas vacaciones más cortas que el resto. El fútbol tendrá que esperar. Es tiempo de matemáticas.