el centrocampista es el granota mejor valorado en el mercado y, todavía no han pujado fuerte, se esperan movimientos por él

Compás de espera con Pablo Martínez

1/08/2024 - 

VALÈNCIA. El Levante sigue aguardando su momento en el mercado. Tanto para dar salida a piezas importantes, como para terminar de completar la plantilla de Julián Calero. Uno de los futbolistas que, antes de que julio llegase al calendario, figuraba como uno de los que más boletos reunía para abandonar Orriols es Pablo Martínez. Con brazalete de capitán y su dorsal '10' intacto durante la pretemporada, el madrileño está siendo uno más para el nuevo entrenador, que es consciente de que, aunque todavía no ha habido una oferta que definitivamente convenza al club, es seguro que existirán movimientos que puedan alejar al jugador más revalorizado de la Segunda División del Ciutat de València. 

Pablo era de una de las piezas que Felipe Miñambres incluía de manera implícita en su anuncio, antes de abrir la ventana de transferencias, de las dos negociaciones de salida que entonces estaban en marcha. Una de ellas era el centrocampista. Y el Rayo Vallecano, uno de los principales intersados. Sin embargo, lo prematuro del mercado también llevaba al director deportivo a reconocer que, a pesar de que varios clubes habían apuntado a Pablo Martínez en sus listas de futuribles, pocos lo elevaban entre sus primeras opciones. Por más que continúen trascendiendo intereses por él, como el que apuntan en Valladolid. Y de ahí el compás de espera respecto a la venta del jugador. 

Lo que tampoco negaba Felipe es que la venta de las piezas más codiciadas que todavía restan en el vestuario del Levante es un imperativo. No solo por la necesidad de cuadrar el presupuesto del anterior ejercicio, sino también para tener "mayor capacidad económica" con la que jugar en la selva del mercado de fichajes. "Esperamos que con dos ventas dé, pero también queremos hacer todo lo posible para aumentar ingresos", dijo el ejecutivo astorgano. Fue claro. 

Ahora, se abre el escenario de la salida de Dani Gómez. Lleva abierto, en realidad, durante todo el mes de julio. Su traspaso al Elche parecía estar visto para sentencia, pero la aparición del Valencia nubló cualquier intención del delantero y su entorno. Quiere volver a jugar en Primera, como ya hizo cuando recaló en el Espanyol tras el último descenso en Orriols. Desea, también, jugar a las órdenes de Rubén Baraja, cuya batuta ya probó en Tenerife. 

Y el Valencia lo que quiere es firmar a préstamo a un futbolista cuyo contrato no vence en 2025 -fecha hasta la que se le fichó procedente del Real Madrid en 2020, adquiriendo el 50% de sus derechos económicos-, sino que lo hace en 2026. Primero se ejecutará la marcha de Gómez; después, continuará la espera respecto a Pablo Martínez, con contrato también por dos temporadas más. El Valladolid, según apuntan en Pucela, es una de las entidades que se han sumado al interés por el mediocentro. Resta que la oferta que presenten los de Zorrilla convenza al club granota. Y, con ello, ejecutar los movimientos necesarios para la inscripción de las nuevas caras de Calero... y 'rascar' alguna otra incorporación.


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