VALÈNCIA. El grupo municipal Compromís desveló que tanto el Valencia como el Levante han alegado contra el acuerdo del Ayuntamiento de València para que sean declaradas Bien de Interés Cultural y ha pedido a la alcaldesa María José Catalá que haga que la Generalitat siga adelante con el proyecto para proteger a los clubes, sus señas de identidad y a sus aficiones.
En una comparecencia conjunta, la portavoz Papi Robles y el concejal Pere Fuset, destacaron que la iniciativa contó la pasada legislatura con el apoyo de lo todos los grupos políticos el consistorio.
“La idea era proteger el nombre de los clubes, los colores, frenar la incursión de empresas mercantiles, garantizar la presencia de las bandas de música, el uso del valenciano por la megafonía o blindar el traslado del club a otras ciudades…“, desgranó Robles.
La portavoz desveló que ambas entidades han presentado alegaciones algo que achacó a sus máximos accionistas. “Actúan como una mercantil, defendiendo los intereses de las empresas por delante de las aficiones y del propio club, pero no son empresas normales. Es cierto que son empresas pero nuestra obligación es tratar de que prime lo deportivo”, recordó.
Robles recordó que las alegaciones no son vinculantes y subrayó la obligación de la administración de defender “a los clubes y a sus aficiones”.
“Meriton (máximo accionista del Valencia) podría mañana cambiarle el nombre al estadio o poner el himno en inglés. Queremos blindar determinadas cuestiones”, señaló la portavoz de Compromís, que pidió a Catalá que no deje el proceso para “que se declaren BIC todas las señas de identidad” de los clubes.
“Nos choca mucho que en el caso del Valencia dediquen veinte páginas a cargar contra Libertad VCF. Está la empresa cargando contra la afición de manera directa. Nos chocan estas alegaciones y la inacción de la señora Catalá. Vemos que no tienen mucho interés en defender a la afición pero si en negociar con Meriton”, lamentó.
Fuset se mostró extrañado porque los clubes inicialmente no dijeran nada ante la iniciativa municipal y porque en septiembre “Catalá les volviera a preguntar”. “Sorprende también que haya escondido que se oponen. Catalá debe defender un acuerdo unánime”, reclamó.