Con pantalón negro o blanco... doy todo mi apoyo al Centenario

VALÈNCIA. No pienso hacer un drama. La historia no tiene recovecos y para mi el pantalón negro es el que debería llevar el Valencia en su Centenario... y siempre. Así nacimos y así nos distinguimos de equipos blanquísimos que no tienen nada que ver con nuestros orígenes. Pero no pienso hacer un drama. Queda claro que mi opción más querida y respetada hubiera sido acudir al Centenario con el pantalón negro original con el que el Valencia comenzó a dar sus primeros pasos en este complicado mundo del fútbol. Pero en el acto de presentación pudimos ver a tres chavales de la cantera -y del primer equipo- llevando ese pantalón blanco que tan poco me gusta pero que a ciencia cierta tampoco me importa un pepino más de lo natural. Me quedo con lo importante y con mi discrepancia. Y lo importante en este caso no es otra cosa que el Centenario - así, escrito con mayúscula- y mi colaboración con dicho evento va a ser sincera y absoluta. Me hubiera gustado, eso sí, mantener ese ngro original pero en el fondo no lo estimo importante ni belicoso. Me quedo por tanto con ese pantalón blanquito que tan poco me gusta y anuncio mi más sincera colaboración para cualquier acto del Centenario que nuestro Valencia Club de Fútbol o Football Club tenga programado. Asunto resuelto por tanto y ahora lo que toca es ir pensando en el Valencia que viene y en sus posibles fichajes. Pasen y lean, por favor.

GAMEIRO SOLO ES POCO

Mucho se está hablando de los refuerzos y salidas del Valencia -y en este caso da igual el color del pantalón que lleven- y el nombre de Gameiro cobra fuerza como posible -blanqui-blanqui ya no es blanquinegre- refuerzo para el club de Mestalla. ¿Y? Pues que sí, que a mi me parece un buen fichaje pero del todo insuficiente para afrontar con cierta holgura las tres competiciones a las que se enfrenta el Valencia. Liga, Champions y Copa del Rey van a requerir un esfuerzo importante y solo con Gameiro vamos muy justitos. Al fin y al cabo estamos fichando a un auténtico número 9 que lleva muchos partidos viendo el fútbol desde el banquillo de los suplentes. A mi sí me gusta Gameiro y con su fichaje ponemos punto y final a un jugador por el que hemos suspirado durante muchísimos años. Ahora bien, a mi me falta oro nueve de garantías para completar este calendario exigente que se nos viene encima casi de inmediato. Y más en el caso de que el Valencia se desprenda de Zaza tal y como está previsto en estos momentos. Les explico.

ITALIA A LA ESPERA

Y sí, el mercado italiano ya se ha puesto en marcha y Zaza cuenta con todos los números adecuados para volver a jugar en la Liga italiana y por lo tanto desembolsar una buena cantidad de dinero al Valencia que necesita desde ya para poder hacer frente a todos esos gastos que conlleva una temporada tan completa como la que tenemos por delante. Y miren, yo contando en un Valencia ya sin Zaza pero con Gameiro no tardaría ni un segundo en fichar a otro delantero de más enjundia para completar de alguna forma una plantilla que en estos momentos todavía se antoja un poco imberbe e invertebrada para todo lo que nos espera por delante.

Y UN BUEN LATERAL DIESTRO

Lo nombres se suceden pero de momento no está confirmada la llegada de ningún carrilero diestro que le de más sentido al juego del Valencia. Por la derecha tenemos a Soler prácticamente desamparado y el Valencia debe hacer un esfuerzo en apoyar a ese joven talento desubicado y en cubrir la banda derecha con un mínimo de dignidad. Y sí, en el Valencia me dicen que están en ello y que no tenga prisa en cubrir esa zona de la defensa blanqui-blanqui. Pero yo sí que estoy medianamente nervioso. Un buen lateral sería importante que se incorporara lo más pronto al equipo y así poder ir formando una linea de garantías junto a Soler. No olvidemos, por cierto, que Soler anduvo algo perdido la pasada campaña y fue el jugador que más notó la marcha de Cancelo en el equipo. Y sí, Soler tiene talento... pero sería fundamental apoyar con tiempo ese talento y de paso darle al equipo la consistencia que se merece. Y vale, sí, blanquinegre ya no, pero sí con un poquito de orden.