VALÈNCIA. "Si sales gratis en enero, te mato con toda la prensa. Los 100.000 euros los voy a poner", dijo Anil Murthy ante 5 empresarios valencianos refiriéndose a unas supuestas palabras hacia la familia de Carlos Soler y de si podrían o no pasear tranquilamente por la calle caso de que el valenciano se marchara sin dejar un euro en la caja.
De esta afirmación cabe hacer dos puntualizaciones. La primera de ellas es que si no tiene pensado hacerlo, Murthy es un mentiroso compulsivo. La segunda de ellas es que si dice esto es porque no es la primera vez que lo hace y sabe a quién puede acudir para poner en marcha dicha campaña. Elijan ustedes con cuál de las dos teorías se quedan.
Por otro lado, hay que decir que en ese sentido estoy y estamos muy tranquilos. Si en algo se ha caracterizado la línea editorial de este periódico (tanto Valencia Plaza como Plaza Deportiva) y de la radio de este grupo (99.9 Plaza Radio y del programa 90 Minuts) es por su absoluta libertad a la hora de definir la nefasta gestión que está destruyendo el Valencia CF.
Estamos muy tranquilos con los audios que puedan sacar los compañeros de Superdeporte sobre dónde van a parar los dichosos 100.000 euros de marras porque no vamos a salir ahí retratados. Al final, como he dicho más de una vez, quien señala a determinados medios no es quien cuenta lo que hace el club, es el propio club con sus actuaciones (sin ir más lejos en el caso del ya tristemente famoso media day). Lo que ocurre es que es menos arriesgado enfadarte con quien lo cuenta que con quien lo hace, porque quien lo cuenta no te puede dejar sin entrevistas y quien lo hace sí puede.
Y sabemos cuál es el precio de no doblar la rodilla. De contar cómo intentan dificultar nuestro trabajo por todos los medios (con la enorme suerte de contar con el apoyo de los jefes del periódico y de la radio, que te animan a seguir una línea de integridad por complicado que sea). Sabemos lo que es que te dejen sin poder preguntar en una rueda de prensa estando debidamente acreditado y que cuando pidas explicaciones contesten 24 horas más tarde que había mucha gente ese día (preguntaron 4 periodistas y la rueda de prensa duró 6 minutos). Sabemos lo que es estar 3 años sin que te concedan una sola entrevista pese a pedirlo vía mail todos los lunes durante más de un año. Sabemos lo que es que te envíen a la cabina más esquinada de Mestalla para retransmitir para la radio y delante de la cual sitúan a las cámaras de televisión (nada en contra de los compañeros que se ponen donde les mandan), pese a que hay cabinas libres y mejor ubicadas durante toda la temporada. Y además, encima nos lo tomamos a coña el destierro en el "cantó" y la bautizamos como cabina "Eric Cantoná".
Sabemos lo que es que envíen "emisarios" para decir que no nos quejemos de la ubicación de nuestra cabina en Mestalla "a ver si la cosa aún va a empeorar". Sabemos lo que es ver pasar a los protagonistas de la mano de empleados del club el día que el equipo se clasificó para la final de copa, y que los llevaban hasta la ubicación de determinadas radios para que los entrevistaran, mientras te los pasaban por delante de las narices para intentar humillarte (no ofende quién quiere, si no quién puede).
Sabemos (y lo teníamos claro desde el segundo uno) lo que es quedarte fuera del media day -donde había más medios fuera que dentro- , y que la excusa fuese que no se pidió entrevista alguna (cuando repito que se pide por mail una todas las semanas y ni se dignan a contestar el correo). Y sabemos lo que es que digan de manera oficial que no estamos vetados, pero el día en que desde la concentración de la selección española se nos concedió una entrevista con Hugo Guillamón, llamaran indignados al gabinete de comunicación de la RFEF diciendo que "a los enemigos del club, ni agua".
Así que sabemos el precio de lo que vale llevar una línea informativa (ni mejor, ni peor, la nuestra), y sabemos en qué "fiestas" no tomamos parte. Por eso cuando Murthy hablaba de lo que le dijo a Carlos Soler "si te vas gratis en enero, te mato con toda la prensa", la primero en la que pensé fue justamente en una frase: con toda no, Anil. Con toda, no.