VALÈNCIA. Tres puntos de oro. El Valencia logró asaltar Balaídos y lo hizo con sufrimiento, actitud y efectividad para mirar hacia la zona noble de la clasificación. La victoria no tapa los problemas que sigue cometiendo el equipo de Bordalás, pero también recuperó sensaciones perdidas como la de nutrirse de la puntería de sus delanteros.
El Valencia se plantó en Balaídos con bajas muy sensibles que mermaron el nivel defensivo del equipo. El Celta de Vigo salió ambicioso a presionar y generar dudas en la zaga valencianista. Y lo consiguió fruto de un error que volvió a condenar a los valencianistas. Koba se jugó un caño en la salida y perdió el balón. El equipo estaba desajustado y el balón lo recuperó Alderete. El paraguayo se confió e intentó resolver el problema batiendo líneas regateando. Perdió el balón y Iago Aspas hizo lo suyo. Dribló a Guillamón y definió a la red ante el cabreo evidente de Cillessen. El meta holandés está ganando peso con sus actuaciones y también pegó una ostensible bronca a un Guillamón desubicado como central.
La cosa pintaba fea, pero otro error grosero igualó el marcador. Esta vez fue el Celta. Dituro se confió y Maxi Gómez peleó con fe el balón. El balón salió rechazada para Tapia y Hugo Duro saltó a la presión para hacerse con el balón y batir al guardameta. Fue un bálsamo para el Valencia que se encontró con el empate tras haber regalado un gol. El primer tiempo siguió siendo feo y con poco fútbol. El Valencia no estaba fino en las transiciones y el Celta se mostraba inoperante en ataque pese a que buscaba las cosquillas a un inactivo Piccini.
Con el 1-1, el Valencia pegó un zarpazo al poco de empezar el segundo tiempo. Gayà estuvo listo y se anticipó a Kevin Vázquez. Se plantó cerca del área rival y puso un pase medido a Maxi Gómez. El uruguayo se deshizo de Araújo con el control y marcó ante Dituro. Un gol fundamental para recuperar al '9' valencianista para la causa. Con el 1-2, Valencia y Celta vivieron en el alambre. Racic rozó el tercero con un disparo que pasó muy cerca, pero también tuvo que aparecer Cillessen para hacer un paradón en un cabezazo de Santi Mina.
Con el paso de los minutos, el Valencia de Bordalás se arremangó en busca de retener su ventaja. Y lo consiguió. El Valencia logró una victoria fundamental para seguir enganchado a LaLiga. Un triunfo que rompe una racha de cinco jornadas sin ganar fuera y que le permite elevarse hasta la octava plaza, cerca de Europa. La siguiente para será en Mestalla contra el Elche.