El Levante de Calleja sigue en racha

VALÈNCIA. El primer equipo de la temporada en Segunda División en encadenar cuatro victorias consecutivas. El Levante no enlazaba un poker triunfos desde la 18/19, cuando logró dar la vuelta a un mal camino de tres derrotas consecutivas, con tocata incluida a manos del Sevilla en el Ciutat (aquello acabó 2-6). Y hay más: si el equipo de Javi Calleja consigue ganar este jueves en Granada, algo no muy lejano a todo un puñetazo sobre la mesa, igualará la racha de Paco López en 2018. El de Silla salvó al club de la quema con quinteto de estallidos ante Málaga, Athletic, Sevilla, Leganés y Barça poco después de estrenar cargo. Desde mayo de 2018 que el Levante no amarra un 15 de 15 complicadísimo en Primera, pero posible en la categoría de plata.

Abelardo recordó en la previa y en el post que la de Calleja es la mejor plantilla del campeonato, y las nóminas del Levante lograron hundir al Sporting gracias a un latigazo inesperado en el segundo acto. No fue, precisamente, la situación más clara que tuvieron los levantinistas, pero De Frutos recuperó la sonrisa y volvió a hacerse imprescindible. No fue, en cualquier caso, el partido del segoviano, aunque estuvo en el momento preciso y el lugar adecuado para disparar donde pocos -Mariño desde luego que no- imaginaron que iba a hacerlo. El Levante ganó sin jugar bien. Dicho de otro modo: triunfó sin recrear lo que anhela Calleja. Y es que en el primer tiempo al equipo se le había puesto cara de Mehdi Nafti.

Esa careta de Halloween dio mucho miedo, demasiado, por momentos. Y tiene unas características muy básicas: un equipo que se parte y que una vez cruza la divisoria no es capaz de combinar con claridad una sola vez. Solo en el primer suspiro, cuando el crono apenas había comenzado a funcionar, Campaña se sacó una asitencia magistral para dejar precisamente libre a De Frutos. Fue tras el paso por vestuarios cuando el Levante cambió de disfraz, y el nuevo se acercó a la época de Carnaval: más flores, más color y algún brillo que todavía el técnico habrá de pulir. Creció Pepelu, Bouldini se encontró a sí mismo, los determinantes aparecieron y, en defensa, Postigo y Álex Muñoz rayaron un nivel excelso -el alicantino otra vez en el lateral tras el accidente de Franquesa- cuando el Sporting quiso buscar con ahínco el empate.

Doce puntos como agua de desierto hacen respirar de nuevo al levantinismo. La parroquia aguantó mucho más que si el propio Nafti hubiese cogido el volante en la noche de ayer. Cundió la paciencia con un equipo que ya se ve saliendo del túnel, confirmando su reacción y merodeando las plazas de ascenso que tiñen de rosa pálido la crítica situación general del club. Próxima parada: Los Cármenes. El Granada de Karanka está lejos de su mejor nivel, pero el duelo intersemanal de ricos de plata promete emociones fuertes.