VALÈNCIA. Carbón y crisis para Mestalla. Trágico día de Reyes en Mestalla donde el Valencia mordió el polvo a manos del Cádiz y queda instalado en la zona mediocre de la clasificación. Con un partido ganado de los últimos ochos, el objetivo de pelear por Europa parece una utopía en el mes de enero. Un escenario inaceptable en un club como el Valencia CF.
El Cádiz encontró el premio a los ocho minutos y supo leer el partido que le esperaba con el 0-1. Jugó con los nervios del Valencia hasta convertirlos en desesperación y se dedicó a generar peligro con varias transiciones. Mestalla se marchó cabreado -con pañolada incluida- por la actuación de su equipo y llega el peor momento de Gattuso como entrenador del Valencia CF. En el gol de Rubén Alcaraz, más de 50 metros galopó a sus anchas Rubén Sobrino ante la mirada de Ilaix Moriba. El exvalencianista entró hasta la cocina y encontró a Alcaraz.
Con el partido en contra, el Cádiz explotó su mejor faceta: defender centros laterales en bloque bajo. Luis Hernández y Fali ganaron casi todos los balones aéreos y secaron a Cavani, Hugo Duro, Lino, Castillejo y Kluivert. El Valencia atacó desordenado y con muy poca velocidad. Por ello, solo tuvo una pequeña opción para empatar con un remate de volea de Gayà. En cambio, el Cádiz generó más peligro con menos acciones y residiendo con solvencia en su propio campo. Sobrino y Choco Lozano hicieron sufrir de lo lindo a la defensa valencianista con largas carreras.
En el descanso, Gattuso reaccionó y dio un toque merecido a Ilaix Moriba y Hugo Guillamón dejándolos en el vestuario. Con la entrada de André Almeida, el juego del Valencia mejoró algo, pero insuficiente para sacar algo positivo. Con esta derrota y a falta de lo que hagan el resto de equipos, el Valencia ya está a la misma distancia de Europa que del descenso. La reacción es más que urgente para evitar problemas.