Falta fondo de armario

VALÈNCIA. Falta fondo de armario. El Valencia mordió el polvo en Mestalla contra el Getafe de Bordalás por 1-2 en un partido en el que los de Marcelino pecaron de exceso de confianza, la cercanía del objetivo de estar en Champions afectó a un equipo al que le faltó claridad y fluidez desde que saltó al campo. El mensaje que trasladó Marcelino desde el vestuario fue la de dar una oportunidad a aquellos que no han tenido el rendimiento que se esperaba de ellos durante los últimos meses. Ese pecado del cuerpo técnico se acabó pagando con la derrota, ante los ojos del máximo accionista Peter Lim, que presenció de primera mano los retoques que necesita una plantilla que pretende competir la próxima temporada con los mejores clubes del continente.

Pese a que a la insistencia de Marcelino en las últimas semanas ha sido la de evitar la relajación y mantener conectado a su vestuario, la alineación de ayer con la inclusión de varias rotaciones, dejando a hombres claves en el éxito de esta temporada como Carlos Soler, Neto o Rodrigo unido a las ausencias de Paulista y Kondogbia, fue un veneno que absorbió la esencia de un equipo que se encontraba en uno de los mejores momentos de la temporada.

El Valencia cosechó su segunda derrota consecutiva tras un primer tiempo francamente espeso, lejos de la imagen y nivel que ha desplegado este equipo esta temporada en Mestalla. Enfrente, estaba un Getafe que tenía muy claro el guión de partido que necesitaba para llevarse los tres puntos, idéntico que el que le sirvió para amarrar los tres puntos en la ida, pese a jugar aquel día con un futbolista menos alrededor de una hora. El cuadro azulón llegó más entero al tramo inicial, supo contener la intensidad valencianista al comienza y 'matar' en la primera ocasión que tuvo al cuarto de hora.

Damián Suárez interceptó un balón en plena salida y asistió a Remy, que estuvo más rápido que Garay para plantarse delante de Jaume. Miró al guardameta y la colocó ajustada al palo, era el 0-1 y tocaba remar al bando local. Ese gol no desperezó al Valencia, que tardó hasta veinticinco minutos en generar su primera ocasión y fue a balón parado. El cabezazo de Maksimovic se marchó alto. La más clara del Valencia llegó en el tramo final del primero tiempo. También a balón parado. Parejo puso un libre directo al segundo palo. El italiano se elevó y conectó un cabezazo que pasó cerca del palo. Con el 0-1, acaba una primera parte muy espesa de los hombres de Marcelino García Toral.

Tras la reanudación, el Getafe decidió poner todavía más cerca su triunfo. Jorge Molina aprovechó un despiste de Murillo. El atacante entró en el área y percibió la presencia de Remy en la frontal. Le cedió el esférico y de primeras puso el otro disparo ajustado a la red. Era el 0-2 y el Valencia seguía sin carburar de ninguna manera. Jorge Molina quiso aprovechar el estado de alarma que se había instalado para hacer el tercero, pero su remate se fue a las nubes para alivio de los locales. El Valencia quería buscar la portería rival, pero sin mucho éxito. Un cabezazo de Gayà en una segunda jugada era de lo poco que pasaba en el área de Guaita.

En ese momento, Marcelino comprendió que había cometido un error con su planteamiento. Quiso reaccionar, pero fue tarde. El técnico asturiano quiso dar un giro radical a su equipo y efectuó un triple cambio: Ferran Torres, Rodrigo y Carlos Soler por unos apagados Maksimovic, Pereira y Vietto. Los dos últimos se llevaron una pitada de Mestalla, cansado de tantas oportunidades desperdiciadas por ambos, que no han dado motivos para continuar en el Valencia más allá del 30 de junio. A partir de ahí, se vio otro Valencia, especialmente gracias a los cambios.

La reacción solo la podía liderar el hombre de la temporada del Valencia: Rodrigo Moreno. El delantero sigue aumentando su importancia en el equipo y cotización en el mercado. Está imparable. Recibió en la frontal, se giró con un toque y la puso ajustada al segundo palo, imposible para Guaita. Con el 1-2, la tensión fue en aumento. El Valencia sentía el empuje de Mestalla y Zaza fue el que acarició el gol. Rodrigo lideró un contragolpe y se la cedió a Ferran Torres. El canterano centró y Zaza en el área pequeña cabeceó alto ante la desesperación de Mestalla. De ella se contagió Parejo que tras una falta de Jorge Molina, le buscó sin balón y le propinó un empujón. El colegiado no dudó y le enseñó la tarjeta roja a falta de cuatro minutos.

El Valencia no pudo igualar la contienda y su reacción llegó tarde. La conclusión fue evidente, el movimiento de piezas claves y las ausencias importantes por sanción sentenciaron a los locales. Mestalla ya ha empezado a dar su veredicto sobre determinados jugadores como Pereira o Vietto, que no han demostrado más que otros compañeros como Ferran Torres o Santi Mina para contar con minutos, una derrota que debe servir para comprender que esta plantilla flaquea cuando tiene que competir cada tres días. Falta fondo de armario y le toca mover ficha al máximo accionista, Peter Lim.