VALÈNCIA. Semana fantástica. La final de Copa da un impulso al Valencia. Semana redonda la que cierra el equipo de Bordalás con una cómoda victoria por 3-1 contra el Granada. El técnico alicantino tuvo que tirar de rotaciones por las bajas y el esfuerzo copero del pasado miércoles y consiguió agarrar el segundo triunfo consecutivo en LaLiga que le deja a seis punto de Europa por la vía de la competición de la regularidad.
El Valencia comenzó un tanto dubitativo el primer tiempo y el Granada se asomó un par de ocasiones por la portería de Jaume. La resaca de la Copa, las rotaciones y el riesgo de acusar el cansancio eran los principales temores del Valencia en la visita del conjunto nazarí. El primer tiempo fue un tanto aburrido. Pocas ocasiones y la sensación de que el partido se podía complicar con algún exceso de relajación.
Sin embargo, al Valencia le sentó bien el descanso y su entrada al segundo tiempo fue decisiva para agarrar los tres puntos. También lo fue el balón parado. Tres acciones de ese estilo fueron suficientes para conseguir una renta para no sufrir en el tramo final del partido. Carlos Soler fue el encargado de participar en todas ellas. Ejecutó una falta lateral muy rápido para aprovechar el desmarque de Guedes y hacer el 1-0. Mención especial merece el portugués. El '7' valencianista se ha destapado como goleador y ya lleva doce dianas entre Liga y Copa. Está viviendo su temporada más regular con Bordalás y está en un estado de forma para ser optimistas.
El Valencia aprovechó ese momento de confusión del Granada tras encajar el gol y le volvió a golpear con la misma fórmula. Otra vez Carlos Soler ejecutó una falta lateral para rescatar a Maxi Gómez del ostracismo. El uruguayo cabeceó con violencia a la red y puso el 2-0. Un gol que tiene que suponer un punto de inflexión en el rendimiento del charrúa. De hecho, forzó el penalti del 3-1 y casi marca uno de los goles de la temporada al intentar sorprender a Maximiliano desde el centro del campo. Antes, el Granada recortó distancias al aprovechar un fallo defensivo entre Jaume y Guillamón en un centro de Uzuni que acabó mandando a la red el de Almenara.
El gol en contra no sacó del partido al Valencia y Maxi Gómez forzó un penalti que ejecutó de maravilla Carlos Soler. Con el 3-1, el partido tuvo poca historia. Los de Bordalás supieron controlar su ventaja y agarraron la segunda victoria consecutiva en la competición de la regularidad junto al pase a la final de Copa. La próxima parada será el regreso de Bordalás a Getafe con el objetivo de mantener la inercia positiva de los últimos tres encuentros.