VALENCIA. De pena. Esa fue la imagen que mostró el Valencia CF en su visita a Cornellà-El Prat este martes. Un equipo sin alma, sin ideas, sin rumbo y lo peor de todo sin soluciones para un problema deportivo que empieza a ser grave para el conjunto blanquinegro.
Nuno hizo un once inentendible. Se la jugó, con poca lógica, en el momento que menos debía hacerlo con un equipo plagado de jóvenes inexpertos y de jugadores que habían tenido nulo protagonismo hasta la tarde de ayer contra los 'periquitos'. La apuesta le salió mal. Muy mal. La entrada de Cancelo, Danilo, Mina, Bakkali y Rodrigo como única referencia en punta parecía una apuesta arriesgada de inicio pero terminó siendo una pesadilla total para el preparador portugués. Fue un ataque de entrenador incomprensible y el día que menos tocaba.
Después del varapalo que sufrió el equipo con el empate ante el Betis, y de la pitada monumental contra el técnico de su propia afición, Nuno debió ser menos atrevido y más responsable y haber puesto a un equipo más experimentado y con menos experimentos. Era día para poner galones y hacer jugar a los futbolistas que deben asumir más responsabilidades en esta plantilla. Y no lo hizo. Debió pensar que Cornellà era un estadio fácil.
El equipo saltó al campo sin ideas. Con ganas de correr y pelear pero con muy poco más. Pese a eso, hasta el minuto 20 fue el que tuvo las ocasiones. Dos perdidas de balón del Espanyol bien pudieron cambiar el signo del partido, pero Pau López salvó a los suyos. Primero Bakkali encaró a Arbilla con mucha habilidad y su seco disparo cruzado lo repelió a corner el portero catalán. Sólo diez minutos después otra perdida cayó en los pies del belga, que fue el mejor de equipo, mientras hubo equipo, que le dio un balón perfecto a Rodrigo Moreno para que este se quitara todos los fantasmas de encima y abriera el marcador. Pero Rodrigo falló. Como casi todo desde que es jugador del Valencia CF. el hispano-brasileño anda sumido en una depresión futbolística que le hace parecer infinitamente peor de lo que en realidad es. Ahí, exactamente ahí, se acabó el conjunto de Nuno. Dos minutos después Bakkali hizo una falta evitable en un lateral y Asensio la metió al área, en la que había nueve defensas de naranja, y Víctor Álvarez remató sólo, a placer, en el segundo palo.
Quedaban unos 70 minutos por delante, pero al equipo ya no le dio para más y Nuno fue incapaz de cambiar nada con las sustituciones. Un cabezado de Rodrigo en el inicio de la segunda parte, que otra vez Pau López desvió a corner, fue lo mejor y lo único en ataque del Valencia CF en el segundo acto. Muy pobre. Escasísimo bagaje para un equipo como el Valencia CF. una imagen excesivamente mala después de venir de donde se venía.
El entrenador arriesgó y perdió. Luego en la sala de prensa volvió a describir un partido que sólo vio él. El viernes visita Mestalla el Granada, pero la pesada mochila que ya llevaba el técnico antes de la visita a Barcelona es ahora mucho peor. El tiempo para encontrar soluciones se le agota y el problema empieza a ser sólo suyo. Él se ha encerrado consigo mismo y de ahí no sale. Difícil papeleta para darle la vuelta tan en solitario como está caminando Nuno.