El punto de la unión 

VALENCIA. Después de muchas semanas de divorcio entre la grada y sus futbolistas Mestalla vivió este sábado un partido para la esperanza y que puede servir para levantar una temporada que parecía perdida en los últimos días. 

El Valencia CF sacó un punto ante el FC Barcelona en un encuentro en el que casi nadie apostaba por los valencianistas. La destitución de Nuno a principio de semana, las diez bajas que arrastraba el equipo y el estado de forma en el que llegaba el conjunto de Luis Enrique hacía presagiar una noche negra para los locales. 

Sin embargo, en el momento que más lo necesitaba el equipo apareció la mejor versión de todos los futbolistas que Voro alineó y posteriormente dio entrada para buscar soluciones desde el banquillo. 

El técnico valenciano, que este lunes regresará a su puesto como delegado del primer equipo volverá a dejar el cargo dejando unos resultados inmaculados y habiendo sido capaz de frenar la caída libre en la que estaba inmersa el equipo. Voro acertó de lleno con la alineación, con el planteamiento y con los cambios que utilizó para buscar alternativas cuando Luis Suárez adelantó a los azulgrana. 

Apoyados por un público que tenía muchas ganas de respirar un nuevo ambiente, una vez despedido Nuno, los valencianistas jugaron un partido de lucha, brega, desgaste en el que consiguieron mirar de tú a tú al líder de la Liga. 

En defensa, Santos hizo el mejor partido desde que llegó al club, y apoyado por Abdennour, que estuvo lento en el gol del uruguayo, fueron las bases de un equipo que contuvo bien las embestidas de los Neymar, Messi y compañía. En el centro del campo fue muy destacable la actuación de Danilo Barbosa y de Enzo Pérez que se alió bien con el recuperado para la causa, De Paul, para lanzar las contras que pudo el equipo en el primer acto. 

Los barcelonistas tuvieron varias ocasiones muy claras para abrir el marcador en el primer acto, pero sus fallos le fueron dando a los valencianistas cada vez más confianza y les hizo creer cada vez más en sus opciones. Alcácer fue una isla arriba, pero peleó y jugó de espaldas cuajando una buena actuación. 

En el segundo acto, el guión se mantuvo y los de Luis Enrique encontraron el agujero en un balón largo que Abdennour no acertó a reventar y Luis Suárez fusiló por el palo corto a Jaume para poner en ventaja a los catalanes. En ese momento, Voro decidió mover las pocas fichas con las que contaba y metió en el césped a Bakkali por Enzo Pérez que se marchó tocado tras un desgaste enorme y uno de sus mejores partidos en Mestalla. 

El belga desplazó a De Paul al centro le dio otro aire al equipo en las salidas. Tuvo un disparo que se le marchó desviado en una contra y luego inició la jugada del empate. Le puso un balón largo a Alcácer para que este controlara de espaldas y se la dejara a Santi Mina para que el gallego tuviera su primer gran momento como valencianista. 

El ex del Celta ha gozado de muchísimas oportunidades en los primeros meses de temporada pero no había demostrado casi nada. Sin embargo, en ese remate se olvidó de todas las dudas que genera su figura y rompió el balón para reventarlo en la red y empatar el partido. Remató con el alma y corrió a celebrar el tanto con un estadio entregado. Entregado a un equipo que le había regalado muchos disgustos y le hizo sonreír el día que menos lo esperaba. 

Mestalla empujó a su equipo en los instantes finales en los que una contra conducida por Piatti pudo suponer el delirio total pero no se pudo finiquitar. Aún así, Mestalla se abrazó de nuevo con su equipo. Le volvió a dar su cariño y su apoyo. El miércoles toca Champions y la gente ya tiene ganas de volver a engancharse y de ver a su equipo peleando como ante los barcelonistas. Si la entrega es la misma, Mestalla tendrá muchas más alegrías esta temporada y es muy posible que el curso todavía ser muy provechoso.