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No hay manera de ganar un partido

27/09/2018 - 

VALÈNCIA. No hay manera de ganar un partido. El inicio de temporada del Valencia hace saltar todas las alarmas. Seis jornadas sin ganar, una dura derrota en Champions League y la sensación de que ni siquiera el acierto o la fortuna sonríe a los de Marcelino cuando tuvieron todos los números para llevarse los tres puntos. 

La realidad es que no hay manera de ganar un partido. Y eso escenifica que el Valencia es ahora mismo un equipo vulnerable. No supo administrar su ventaja y leer el partido para llevarse el triunfo. La próxima parada será en Anoeta y lo que más preocupa es que todos los rivales por el objetivo europeo están creciendo en la clasificación.

El Valencia dejó escapar dos puntos en Mestalla contra el Celta en un encuentro en el que los blanquinegros fueron superiores pero no supieron materializar sus ocasiones. Batshuayi puso por delante a los locales, pero Iago Aspas dejó el duelo en tablas a diez minutos del final.

El partido envolvía la tensión de una ‘final’ para el Valencia. Delante estaba un Celta acostumbrado a jugar alegre y dispuesto a dormir el encuentro y poder jugar con la ansiedad de los localesSin embargo, el Valencia encontraba las sensaciones de la temporada pasada desde el tramo inicial.

La polémica se desató en el área del Celta. Batshuayi controló con el pecho un centro de Guedes. Cuando iba a rematar el belga, fue derribado por un defensa del Celta. Mestalla y Rubén Uría desde el banquillo clamaban penalti. No lo pareció. Sin tiempo para agitarse con quejas, el Valencia rozó el gol. Piccini llegó a línea fondo y centró al corazón del área. Primero Batshuayi y luego Rodrigo fallaron en su remate. 

Algo respiraba distinto en el ataque del Valencia: estaba Guedes. El portugués comenzó eléctrico, encarando y buscando superioridades con su uno contra uno. La segunda ocasión clara estuvo en sus botas. Lideró la acción y acabó asociándose con Rodrigo. El disparo se marchó alto, pero hacía presagiar que los blanquinegros podían quitarse su losa en fase ofensiva. El luso lo volvió a intentar al contragolpe y su disparo con el interior lo blocó con seguridad Sergio Álvarez.

Se estaba mereciendo el Valencia el gol y no tardó en llegar. Recibió Guedes en la frontal y vio el desmarque de Batshuayi. El belga recibió el regalo y definió con tranquilidad ante Sergio Álvarez. Se cumplía el deseo de Marcelino: el Valencia se adelantaba en el marcador por primera vez esta temporada. Era el 1-0.

La confianza del Valencia iba en aumento. El costado izquierdo era un ‘puñal’ con Guedes y Rodrigo. Fue el internacional español el que casi hace el segundo con un disparo desde el borde del área. Eran los mejores minutos del Valencia de este curso,  con diferencia. El Celta necesitaba una pausa, intentó adueñarse del balón y tener paciencia. Su primera oportunidad llegó con un disparo lejano de Okay. Antes del descanso, mención especial para un entonado Francis Coquelin.

Tras la reanudación, Mohamed dio entrada a Pione Sisto para dinamizar su ataque, estaba obligado a arriesgar para cambiar el marcador. La estrategia estuvo a punto de levantar Mestalla. Wass se perfiló para disparar una falta de larga distancia. Amagó y se la cedió a Guedes, que estaba libre de marca en la frontal. Puso el interior y rozó el poste en lo que pudo ser el segundo tanto del Valencia.

Más clara fue la de Rodrigo. Definió ante Sergio y desvió un defensa del Celta, paseándose el balón por la línea de gol. Las ocasiones se aglutinaban, con un Batshuayi desplegando infinitos recurso de lo que debe de hacer un ‘nueve’. Se la dejó a Wass dentro del área y el danés acariciaba el segundo. Estaba ‘perdonando’ el Valencia y podía pagarlo caro. Estuvo a punto de hacerlo. Neto resolvió de forma sobresaliente un mano a mano ante Aspas. Aún así, el rechace lo cazó Beltrán de volea y no saboreó el empate por centímetros. Un susto importante para los blanquinegros. Rubén Uría metió ‘cemento’ al choque con la entrada Kondogbia por un desfondado Coquelin. Consciente que la victoria se podía escapar en cualquier jugada.

Quedaban diez minutos, el partido estaba de ida y vuelta y el resultado daba inquietud. Así fue. Iago Aspas cazó un centro en el área y se lanzó en ‘plancha’ para empatar el partido. Finalmente, otro resultado que desespera.

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