Un punto que sirve de poco

VALÈNCIA. Un punto que sirve de poco. Esa es la realidad de un meritorio empate ante el FC Barcelona en un encuentro en el que los de Marcelino volvieron a desplegar una solvencia defensiva máxima, sin apenas conceder ocasiones a su rival. En ataque, la temprana lesión de Gonçalo Guedes lastró a los de Marcelino en ataque, que sufriendo para poder trazar contragolpes con peligro. 

El Valencia llega al parón en la parte baja de la clasificación y a siete puntos de su máximo rival por acabar en la cuarta plaza de la clasificación: el Sevilla, que es líder con 16 puntos. Una vez pase el periplo de selecciones, los hombres de Marcelino regresarán a la competición sin apenas margen de error si quieren engancharse a la zona noble de la clasificación a tiempo. 

El inicio del Valencia fue arrollador. Los blanquinegros se pusieron por delante en el primer minuto de partido. Fue a balón parado. Kondogbia peinó el esférico en el primer palo y en el segundo apareció Garay para empujar el 1-0. Con Guedes en el campo, fueron los mejores minutos y eso que sólo aguantó hasta el diez por una lesión. El portugués lideró un contraataque que finalizó Batshuayi. Definió bien el belga, que cruzó excesivamente el balón. La tercera oportunidad clara llegó enseguida. Kondogbia controló un balón en la frontal y casi sorprende a Ter Stegen. Cuando todo hacía presagiar un partido idóneo para Guedes, el portugués cayó lesionado. Con su ausencia, el FC Barcelona su adueño del balón y estaba más tranquilo sin tener que sufrir las galopadas del '7' valencianista. 

El Valencia apenas dejaba espacios para que el FC Barcelona pudiese entrar por el centro. Era infranqueable, hasta que apareció Leo Messi. El argentino se inventó un gol para poner el empate. Combinó con Luis Suárez haciendo un 'caño' a Kondogbia y la cruzó ajustada al palo, donde Neto no pudo llegar. Era el 1-1 y el Valencia pasaba por sus peores momentos. No era por el acoso azulgrana, que apenas inquietó a Neto. El motivo era la incapacidad local para hilar los contragolpes. Las pérdidas casi siempre eran en campo propio o la pelota apenas duraba en las botas de los jugadores valencianistas. Aún así, antes del descanso pudo desequilibrar el encuentro Gayà, el de Pedreguer se sumó al ataque y su disparo pudo ser gol, pero acabó demasiado cruzado. 

Tras la reanudación, el Valencia quiso reaccionar con otro comienzo incisivo. De hecho, acarició el gol. Cheryshev estuvo cerca de sorprender a Ter Stegen. Golpeó con el exterior a la escuadra que casi pone por delante otra vez a los de Marcelino. Pese a la buena oportunidad, el partido no variaba su guión. El Barcelona tocaba a placer en el campo del Valencia. Messi era el que más peligro generaba en los azulgrana. Se asociaba con Coutinho y Jordi Alba y conseguía abrir espacios en el entramado defensivo local. En una de esas, entró hasta la ‘cocina’ y su volea la paró Neto. La respuesta la efectuó Parejo. Voleó desde lejos un rechace y el balón se marchó desviado.

En plena batalla, la polémica llegó en un agarrón del capitán, que recibió hasta dos ‘manotazos’ de Coutinho al intentar continuar la jugada. González González mostró la tarjeta amarilla en una acción que debió ser algo más. El Valencia comenzó a despegarse del dominio visitante, pero le seguía faltando precisión en los pases. Messi seguía empeñado en darle la vuelta al marcador, pero no superó el ‘muro’ valencianista. Finalmente, el marcador ya no se movió y el Valencia cosechó un empate que no es del todo bueno para sus aspiraciones en la clasificación.