VALÈNCIA. Todo apunta a que los octavos de final de la Champions League para el Valencia pasan por ganar también en Turín a la Juventus. Los de Marcelino resurgieron tarde en la máxima competición continental tras imponerse por 3-1 al Young Boys, liderados por una actuación estelar de Carlos Soler y Santi Mina. El pecado de Suiza en la tercera jornada ya ha pasado factura y las opciones del Valencia se complicaron en el último momento tras la remontada 'in-extremis' del Manchester United en Turín.
Pese a la victoria, el Valencia llegará a la quinta jornada donde visitará Turín en la tercera plaza y con una Juventus jugándose la primera con el Manchester United, que recibirá al Young Boys. Un escenario que invita a ser pocos optimistas, ya que si el Manchester vence en Old Trafford ante un rival casi eliminado, el Valencia tendrá que hacer lo mismo en Turín ante una Juventus que se juega la primera plaza del grupo con los de Mourinho. La clasificación se ha puesto muy difícil.
Con la presencia en Champions francamente complicada por el descalabro en el país suizo, y después de una preocupante dinámica, el Valencia logró imponer su ley ante los suizos, que vendieron cara su piel. Tras el duro golpe que significa la victoria del Manchester, toca enderezar el rumbo en liga el próximo sábado en el Coliseum Alfonso Pérez donde espera el aguerrido Getafe de Bordalás. El equipo necesitaba dar un golpe encima de la mesa para comenzar a recuperar su autoestima y el talento de Carlos Soler y el olfato goleador de Santi Mina fueron la mejor 'medicina'.
Además de Carlos Soler y Santi Mina, otro de los síntomas positivos son la mejoría de jugadores que tienen que ser muy importantes en este proyecto como Kondogbia o Rodrigo Moreno, que participó en el primer gol y asistió a Carlos Soler en el tercero. En este sentido, la apuesta de Marcelino fue clara. Rompió su hoja de ruta y repitió el mismo equipo que perdió el sábado contra el Girona pese a su buena imagen. Diez futbolistas de la pasada temporada, con la novedad de Daniel Wass en el lateral derecho. El técnico tomó la decisión de jugarse la habichuelas en Champions con su bloque de confianza, dejando en un segundo plano a casi todas las caras nuevas, que hasta ahora no han demostrado estar a la altura.
Respecto al partido, el inicio del Valencia fue notable. De hecho, el gol estuvo muy cerca a los tres minutos. Kondogbia cuajó una buena internada por el centro y sirvió a Rodrigo. El delantero se plantó solo ante la portería, pero el colegiado señaló fuera de juego cuando tenía todo para hacer el primero para los locales. Una acción muy dudosa. Los visitantes por su parte, también avisaron con disparos de Sow y Hearau, aunque sin excesivo peligro.
Fue a los trece minutos cuando cayó el muro y Mestalla explotó junto a Santi Mina. La creatividad la pusieron Rodrigo y Carlos Soler, pero el gallego acompañó la jugada para culminar el 1-0. Rodrigo dejó pasar un balón botando y vio el desmarque de Soler. El canterano demostró la calidad que atesora en sus botas. Elevó el esférico por encima de Von Ballmoos y la pelota acabó en el poste. Sin embargo, ese rechace lo cazó Santi Mina para adelantar al Valencia. Lo celebró con rabia el ‘22’ valencianista, que está dotando de carácter a la delantera.
El Young Boys no había dicho su última palabra, alentado por una grada visitante que rozaba el lleno. La falta de precisión de Assalé a la hora de conectar un centro al segundo palo, evitó un remate que tenía aroma de empate. A la media hora, Ngamaleu se jugó la segunda amarilla tras cortar un contragolpe de Rodrigo. El colegiado eludió el castigo ante las protestas de Marcelino en la banda. Poco después llegó la igualada, otro ‘mazazo’ para el Valencia esta temporada. Assalé recibió dentro del área y la cruzo donde no pudo llegar Neto. Era el 1-1 y tocaba volver a empezar. El equipo se sobrepuso pese las diferencias de criterios en el arbitraje, que incendiaba Mestalla. Mucha permisividad para los suizos.
Ante las adversidades, Santi Mina está demostrando ser la mejor solución. El gallego una vez más, volvía a sacar las castañas del fuego a Marcelino. Carlos Soler trazó un centro fabuloso y Santi Mina entró con todo para firmar su ‘doblete’. Era el 2-1. Al filo del descanso, Ngamaleu que debía estar en las duchas, erró una ocasión al segundo palo que también pudo significar el empate.
Ya en el segundo tiempo, el partido mantenía la misma dificultad. El Young Boys dio un paso adelante en busca del empate y el Valencia buscaba el tercero al contragolpe. Y así fue. Rodrigo encontró otra vez a Soler como en el primer tanto. El canterano no falló y puso el 3-1 para dar oxígeno al equipo y a un Mestalla que no paraba de apoyar. La lucha por estar en octavos continuaba muy viva en ese momento.
A falta de poco más de veinte minutos, Marcelino dio entrada a Gameiro por Santi Mina. El gallego se llevó una merecida ovación de Mestalla tras su incansable trabajo. El partido bajó de revoluciones, que era lo que le interesaba al Valencia. A falta de quince minutos, el Young Boys se quedó con diez tras una entrada más que dura sobre Coquelin. Una roja incontestable.
En definitiva, el Valencia supo contrarrestar la dureza del Young Boys y sumar tres puntos que le dejan con cinco en el grupo, pero con una dificultad evidente de poder clasificarse para los octavos de final de la Champions League. Eso sí, los de Marcelino dependen de sí mismos y si ganan los dos partidos restantes ante Juventus y Manchester United, accederán a la siguiente fase.