VALÈNCIA. Es una referencia en la columna vertebral del Valencia y también se ha ganado un puesto en el corazón de la afición blanquinegra. Francis Coquelin ha sido el socio perfecto en el centro del campo del mejor Dani Parejo de las últimas temporadas para devolver al equipo a la Champions y ofrecer al valencianismo un título 11 años después. El francés se coronó en Sevilla levantando la Copa del Rey frente al Barça tras haber firmado una de sus mejores actuaciones, sino la mejor, patrullando la muralla del Valencia ante el mejor jugador del mundo.
Coquelin aseguró después de levantar el esperado trofeo que “después de una lesión tan grave que tuve el año pasado, ganar un título con el Valencia es algo muy especial para mí”. El centrocampista es consciente de que ha hecho historia y que era algo muy importante tanto para el club como para la afición, pues han conseguido ganar una final “después de muchos años”, pero también para el equipo. “Ha sido una temporada difícil al principio pero en la segunda parte lo hemos hecho bien muy bien. Acabar la temporada con un título es muy grande”, confesaba el francés.
La manera en la que comandó la defensa sobre Lionel Messi fue la clave para impedir la igualada y la prórroga después de que el delantero pusiera el 1-2 y Parejo tuviera que retirarse con molestias. En la recta final protagonizó una jugada en la que hizo varios robos consecutivos que acabó celebrando casi como un gol. El francés explicaba sobre este momento que “era el minuto 88, un momento importante porque todos estábamos ya muy cansados y quería ayudar a mis compañeros para dar un poco más de energía. Luchamos para defender el resultado hasta el final”.
Objetivo conseguido y Messi neutralizado. La realidad es que pese al gol que ajustaba el marcador, el argentino no tuvo un gran día. Ni mucho menos. Algo que Coquelin no achaca únicamente a su actuación: “Messi es Messi pero creo que hicimos un gran trabajo contra él. No tuvo muchas oportunidades de marcar goles y eso es el trabajo de todo el equipo”.
Desde el minuto 65 y durante 30 minutos sin Parejo en el terreno de juego, con la renta de dos goles, el Valencia concedió solo uno, poniendo la Copa del Rey en bandeja. Coquelin siguió quitándose mérito personal de ello. Recordaba que no estaba él “solo” en el campo, sino que eran once y que “cada uno fue muy solidario con todos los compañeros”, ayudándose en defensa. Algo que “al final te da la victoria”.
En una noche en la que Coquelin fue un pilar fundamental, a punto estuvo de quedarse en el banquillo por el regreso de Geoffrey Kondogbia tras la lesión. El francés confesó que no supo la alineación hasta que llegó el equipo en el campo pero, en cualquier caso, “estaba concentrado en el partido tanto si jugaba como si me quedaba en el banquillo y el míster tomó la decisión de ponerme en el campo y estaba preparado para ayudar al equipo”.
Pues Marcelino no sé equivocó. El centrocampista no sabía decir si fue su mejor partido con el Valencia pero sí que admitió que se motiva “cuando hay un partido grande” y que el pasado sábado “quería este título para mí, para el equipo y la afición que estaba mucho tiempo” sin poder levantar uno. Coquelin zanjó con un mensaje de ambición: “Ahora tenemos uno y vamos a trabajar para conseguir más”.