Hoy es 15 de octubre
VALÈNCIA. En un partido sin ninguna complicación, y francamente con todo resuelto del partido de ida, el Valencia se complicó la vida de forma absurda y francamente rareta. Miren, sacar a Coquelin con toda la eliminatoria resuelta y con su cupo de tarjetas amarillas con aviso de defunción fue una mal o pésima estrategia de Marcelino. A Coquelin le sacaron una tarjeta improcedente e injusta pero ese era el riesgo de sacar al campo a un jugador amenazado de suspensión y además sacarlo cuando ya todo estaba decidido y era un cambio absolutamente innecesario y mal ejecutado por un Marcelino que no supo entender las consecuencias. Con esa tarjeta amarilla que le sacaron a Coquelin y que yo espero que el Valencia recurra ante la UEFA con poco recorrido -la UEFA no tiende a perdonar jugadas semejantes casi ni de broma- el Valencia pierde al compañero de Parejo en el centro del campo del Valencia para el partido de ida frente a un Arsenal que tiene dos factores a su favor: su centro del campo es potente y que Coquelin, encima, sea exprofesional del club inglés lo que le otorgaba unas ganas y un derecho de jugar este primer partido de una altura considerable-. Y miren ustedes, cuando se acabó la pachanga contra un Villarreal de muy pocos decibelios, Coquelin se marchó al vestuario bajando la cabeza y visiblemente contrariado por lo que había sucedido. El resumen es claro: no juega el partido de ida ante el Arsenal y sufre un duro golpe moral por tan insensata jugada e insensata tarjeta.
LA UEFA NO PERDONA
La realidad nos indica que la UEFA no suele anular o desarmar tarjetas semejantes y aunque fue una tarjeta injusta de narices lo más lamentable de todo es el hecho de que sucediera. El cambio de Coquelin, dar entrada al terreno de juego a un hombre advertido de suspensión y con el otro jugador en su puesto, hablo de Kondogbia, lesionado tristemente de larga duración, era correr un riesgo absolutamente innecesario y muy mal ejecutado. Marcelino, no sabemos la razón, jugó con fuego cuando ya estaba todo resuelto con amplitud y esa decisión le hace un daño terrible a un equipo que está funcionando con grandes recursos y grandes objetivos a estas alturas de la temporada. Y sí, podemos ir a la UEFA a pedir perdón y a que revisen la jugada pero sería del todo asombroso que la propia UEFA le quitara la razón al árbitro y se la diera al Valencia. La UEFA jamás hace eso con una jugada dudosa y solo suele rectificar dando la razón al equipo que ejecute la revisión de la jugada cuando es un caso absolutamente claro y flagrante... que no es ni de broma el caso de Coquelin. El recurso, por tanto, tiene mala pinta, pero el cambio que efectuó Marcelino también tenía muy mala pinta desde el principio con todo resuelto y bien resuelto para el Valencia. Coquelin no hacía falta para nada en ese encuentro y la jugada de Marcelino resta potencial a un equipo que está jugando muy bien y que no necesitaba una genialidad absurda de su técnico para nada.
LE VA A TOCAR A WASS
En resumen, el Valencia tiene menos potencial para las semifinales de la Europa League por culpa de una torpeza de Marcelino, pero sin embargo sí que tenemos a un equipo compacto muy bien armado en líneas generales para librar batallas como la que se avecina. Lo que parece más probable aceptando de antemano el 'no' al recurso por la tarjeta a Coquelin es que Marcelino se decante por Wass acompañando a Parejo y no dando opción a un Soler que parece que no cuenta con el excesivo apoyo de su técnico como está quedando demostrado en todos y cada uno de los partidos que juega el Valencia. a la idea de poner a Wass en el lugar del sancionado Coquelin -pese a todo- no es del todo sangrante para las aspiraciones del Valencia. Pensemos que Wass ha llegado al Valencia casi de puntillas pero a estas alturas del año futbolero, en todas las competiciones en las que participa el Valencia, resulta que en diferentes puestos pero casi de forma constante, es uno de los jugadores más utilizados por Marcelino para componer sus alineaciones titulares. Y Wass no es Coquelin ni Kondogbia, pero sí suele cumplir con cierta dedicación en el puesto que le coloque Marcelino.
CONCENTRACIÓN
Y miren, a estas alturas de la competición y con el Valencia enfrascado en tres batallas singulares lo que menos suma para conseguir los atractivos objetivos en este guiño al Centenario es cometer más imprudencias como la cometida por Marcelino en esta Europa League en la que estamos a un paso de la final. Por último le doy un abrazo a Coquelin y espero que esa tarjeta no anule la concentración y el trabajo de este futbolista que se ha llevado un guantazo espectacular en un duelo ante el Villarreal con todo ya resuelto y bien resuelto.