ENTREVISTA | TENIS EN SILLA

Dani Caverzaschi: "Me dará pena si se posponen los Juegos, aunque lo entiendo"

21/03/2020 - 

MADRID (EFE/David Ramiro). Dani Caverzaschi, número 22 del ránking internacional de tenis en silla de ruedas, ha visto frenada su preparación para los Juegos Paralímpicos de Tokio cuando "más fuerte y más en forma" se sentía tras un irregular 2019 marcado por una lesión en la cervical C5.

El objetivo de Caverzaschi (Madrid, 1993) sigue siendo acudir a la cita nipona, aunque a falta de cinco meses para su inauguración, y con el mundo paralizado por la pandemia del coronavirus, la incertidumbre sobre su celebración se cierne sobre el deporte.

"No se pueden hacer unos Juegos si hay casos en cualquier lugar del mundo de coronavirus. Habrá que tomar una decisión dentro de poco. Me dará pena que se pospongan, pero lo entiendo. Yo quiero competir siempre, pero he cambiado el chip y que sea lo que tenga que ser. Estoy tranquilo en ese sentido", confiesa.

Lo más difícil de cuadrar a nivel deportivo para Tokio es la clasificación de los jugadores. "Yo no estoy clasificado de manera oficial, pero por mis puntos sí. Hay gente que no, y que en cuanto levanten la cuarentena, no sé como se van a jugar su clasificación".

Después de una semana confinado en casa sin poder salir a entrenar el ritmo de trabajo de los deportistas se ha cortado en seco y los plazos para retomarlos son una incógnita.

"Se ha roto el ritmo completamente, aunque luego habrá memoria muscular y se podrá retomar todo, pero ahora estamos parados. Soy consciente que es muy complicado que se celebren los Juegos, sobre todo por la clasificación, que no hay tiempo para que la gente se clasifique", declara.

"Entenderé que se hagan o se pospongan los Juegos. En mi caso, antes de Tokio quería competir mucho y retomar el nivel para ir hacía arriba, por lo que si se hacen en 2021 o 2022 esas fechas no son malas. Yo creo que esto del coronavirus va a ser para largo y en nuestro caso hasta el 8 de junio no hay torneos", señala.

Mientras está en casa, de la que solo sale salvo para comprar y pasear al perro, Dani aprovecha el tiempo. "No me aburro", subraya, y es que son muchos proyectos a los que dedica su tiempo.

"Estoy aprovechando para hacer todos los proyectos que estaban aparcados o iban lentos. Estoy productivo y me siento bien. Además leo y también estoy montando una aplicación con un amigo sobre turismo y viajes", desvela.

Deporte poco. Las circunstancias obligan a ello y hay que agudizar el ingenio. "Mi preparador físico está siendo muy creativo con los ejercicios y hago lo que se puede".

"Estoy esperando porque lo que quiero es tenis. El Comité Paralímpico Español está haciendo un programa de ayuda a los paralímpicos y me han conseguido un ergómetro de brazos. También acabo de conseguir un rodillo", confiesa.

A distancia hace trabajo teórico con su entrenadora, Ana Salas, con la que mantiene contacto diario por teléfono.

"A nivel físico la idea es mantener lo máximo posible y en la parte teórica lo que hacemos Ana y yo es recopilar vídeos de Grand Slam para analizar a los rivales", desvela.

"También hago trabajo de meditación, para controlar el foco de atención, y de visualización incorporado, que es otro tipo de entrenamiento que vale. Hemos cogido una rutina de una o dos horas al día para hacer ficha de jugadores y de análisis", apunta.

Este año, después de "una pretemporada espectacular", Dani ya ha competido en Rotterdam (Holanda) y Bolton (Inglaterra).

"El año pasado fue complicado, muy malo de resultados por una lesión, y este año estaba yendo bien hasta que cancelaron a la vez Suiza, Italia y la gira de Corea en abril", reconoce.

Su nuevo plan tras conocer esas cancelaciones era poner rumbo a América para jugar en Colombia, Estados Unidos y Chile, pero el coronavirus también ha obligado a cancelar torneos en esos países. De esta forma, y sin competiciones previstas hasta mínimo el 8 de junio, su calendario no lo va a definir hasta más adelante.

"Está todo en el aire, así que miraré dentro de un mes. No es fácil lo que está pasando porque después de trabajar como una bestia, y estar más fuerte y más en forma que nunca, ver que puedo perder parte de eso es duro", concluye.

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