VALÈNCIA. El central Borja Cortina se mostró encantado por su debut el pasado domingo ante el Racing en Santander con el Levante, a sus 18 años, y admitió que es una sensación "increíble" jugar con el equipo del que eres aficionado.
"Cuando eres de un equipo y juegas en ese equipo, es increíble. Fue un sueño hecho realidad. Mi familia está súper contenta porque saben que desde pequeño en el Levante me han tratado muy bien, me han cuidado y ha sido como una familia para mí", indicó el joven a los medios oficiales del Levante.
"Llegué al Levante con once años, al Alevín A Patacona, y tuve de entrenador a Roberto Sánchez, que me ayudó a coger confianza en el nuevo club y fue quien me puso de central", agregó.
Cortina, que disputó los últimos minutos del choque en El Sardinero, narró cómo fueron esos momentos previos al debut y sus sensaciones sobre el terreno de juego, pese a la derrota sufrida.
"El entrenador llamó a Espí y a Fabrício y yo me senté. Me estaba quitando las espinilleras porque era la última ventana de cambios y dice 'Corti, Corti, Corti'. No sabía que quería que saliera al campo. Estaba muy nervioso, me puse la camiseta, me daba explicaciones… Lo único que escuchaba era el ruido del estadio", explicó el joven defensor.
"Fue salir al campo y el apoyo de mis compañeros me hizo estar más tranquilo. Fue un momento de muchos nervios y alucinante", agregó Cortina.
El central del Levante, además, destacó por encima del resto las felicitaciones de sus padres y su abuelo, al que en su día bautizaron como "el abuelo del Levante" por su continua presencia en la ciudad deportiva para ver los partidos y entrenamientos de su nieto.
"Las felicitaciones que más me emocionaron fueron las de mis padres porque han sido los que me han cuidado en casa y los que me han hecho tener la cabeza fría; mis hermanos... Y sobre todo, al que más me gustó escuchar fue a mi abuelo. Es el que ha estado yendo y viniendo a Buñol y escuchar su voz cuando debuté fue increíble", relató el canterano.