El Levante pega un puñetazo en el Belmonte

VALÈNCIA. Un puñetazo directo al estómago del Carlos Belmonte. El Levante remontó en Albacete y se metió en el zurrón una victoria de muchos quilates que pone la eliminatoria claramente del lado blaugrana de la balanza. Y es que lo que mal empieza, no siempre mal acaba. Así lo demostraron los hombres de Javi Calleja, que no pudieron entrar peor al partido y recibieron el primer bofetón al cuarto de hora. Con menos intensidad, ritmo y electricidad que su rival, los valencianos jugaron a la ruleta de la fortuna y dieron con el bote. Primero, el forma de punterón de De Frutos que entró en una especie gol fantasma -aunque meridiano-, y después en la primera jugada trenzada del partido pasada la media hora de juego. Los puntos otorgaron confianza al Levante, lo hicieron mejor, y la segunda parte fue una historia distinta donde De Frutos se disfrazó de protagonista.

El Albacete empezó la noche mordiendo y el Levante, a verlas venir. La electricidad de los manchegos se tradujo en una primera oportunidad a los dos minutos y tres intentos sobre la meta rival en los primeros cinco. Hubo de emplearse a fondo Joan Femenías cuando Álvaro Rodríguez, desde el lateral diestro, enchufó la moto y fue hundiendo la defensa granota durante varios metros hasta que, con todo el espacio del mundo, disparó potente para el brillo del meta balear. Los de Albés no aflojaron el gaznate granota y, tanto fue el cántaro a la fuente, que Djetei abrió la lata ligeramente pasado el cuarto de hora. A balón parado y con una facilidad alarmante en el salto entre Postigo e Iborra, el camerunés se elevó para mandar a guardar el córner servido por Manu Fuster. Si en la previa todo eran cantos al inconformismo y contra la especulación, el que de verdad salió a por el partido fue el Albacete.

Eso sí, el pasito atrás de los locales una vez por delante iba a jugar, a la postre, una buena pasada a los granotas. El Levante aceleró sin excesos y en su primera aproximación a la meta de Altube, encontró una mina de fortuna. Un centro tímido de Álex Muñoz desde la izquierda encontró, primero, el rebote en Álvaro Rodríguez, y después la puntera in extremis de Jorge De Frutos. Ese toque del segoviano acabó pasando bajo los brazos del meta albacetista y atravesando, llorando, la línea de gol antes de que Boyomo sacara el esférico ya de dentro. Hubo que recurrir a la confirmación de VAR, pero el Levante había devuelto las tablas con la ley del mínimo esfuerzo. Y le dio alas.

Con una intensidad aparentemente laxa, el menos muy por debajo de la que imprimía el rival, al cuadro de Calleja le bastó para voltear la contienda. Porque a la siguiente que consiguió trenzar Montiel, el más lúcido de los de blaugrana, el Levante iba a jarrear con agua helada todo el Carlos Belmonte. El madrileño habilitó con magia a Bouldini y el marroquí buscó a Brugui donde suele estar el dinero: al primer palo. Ahí el de Bàscara trató de meter el taco pero en realidad no llegó a impactar con el balón y fue Djetei, el autor del gol del Alba, quien acabó introduciéndoselo entre sus propias redes. No sin suspense -porque también hubo de actuar el videoarbitraje para confirmar un posible fuera de juego en el pase de la muerte-, y tampoco sin dejar de sufrir -Djetei volvió a tenerla muy clara en un balón colgado-, el conjunto valenciano se marchó a vestuarios encontrando una victoria de platino, por lo visto sobre el césped. 

Mejor a los puntos, pero ostensiblemente inferior en el cómputo global pese a la reacción. Fue el resumen de un primer tiempo que, con el resultado en la mano y el tiempo de cara, fue moldeando el elenco de Calleja. El arranque del segundo acto fue diferente: los queseros, con menos piernas, se rezagaron ante un Levante más ordenado tras el paso del intermedio. Fue en ese escenario donde afloraron individualidades, y en Orriols es palabra lleva directa a un nombre: el de De Frutos. Le costó aparecer, pero lo hizo con otro tanto, el de la tranquilidad, a los diez minutos de reanudar. Aparecieron los mejores: Pepelu sirvió con maestría un balón largo sobre Brugui y en el rechace del central, De Frutos recogió el esférico en un magnífico zurdazo en el aire. Era el tercero para redondear una remontada de músculo, más que de trabajo.

El Levante se tomó la pastilla. Intentó echar el encuentro a dormir. Movió la pelota y, con ello, a su rival, pero el impulso albaceteño llegó con efecto retardado. Los de Albés no entregaron ninguna de sus cucharas, se recuperaron del coma y los granotas probaron a acomodarse en bloque bajo. El sufrimiento era un seguro, pero la realidad es que se padeció menos de lo esperado. Los locales probaron a distancia y con centros laterales que no lograron sorprender a una defensa que se puso en plan muro. 

También lo intentó el Levante pero la noche llegó a un punto de equilibrio. Y esa 'paz' enfureció al Albacete, que se vio al final maniatado, como si el punzante inicio de partido nunca hubiese existido. Una noche que había empezado mal, acabó de manera inmejorable. Los de Calleja se metieron en el zurrón un triunfo que, aunque no es defintivo, está cerca de serlo. Al menos, así habrá de demostrarlo el equipo en un Ciutat que estará hasta la bandera. Habría que ver una debacle... improbable.

Ficha técnica

Albacete BP: Altube, Álvaro Rodríguez (Carlos Isaac, m. 78), Boyomo, Djetei, Glauder (Alonso, m. 62), Riki, Olaetxea, Maikel Mesa (Higinio, m. 57), Manu Fuster, Dubasin, Escriche (Juanma García, m. 78)

Levante UD: Femenías, Pubill, Postigo, Róber Pier, Álex Muñoz, Pepelu, Iborra, Montiel (Cantero, m. 79), De Frutos (Musonda, m. 86), Brugui (Saracchi, m. 64), Bouldini (Soldado, m. 79)

Goles: Djetei (1-0, m- 18); De Frutos (1-1, m. 31), Djetei (p.p., 1-2, m. 34), De Frutos (1-3, m. 55)

Tarjetas: Pepelu (m. 9), Róber Pier (m. 53), Álex Muñoz (m. 80), Soldado (m. 86), Pubill (m. 89) por el Levante; Higinio (m. 89) por el Albacete