VALÈNCIA. Andorra no fue como Tenerife. Esta vez el Levante no sobrevivió al cóctel molotov que mezclaron sus lesiones, las embestidas de un buen rival y los inventos desde el banquillo. Después de una primera parte de tanteo, y con un conjunto tricolor más dominante que peligroso, el elenco de Javi Calleja claudicó en la segunda. Avisaron los locales en dos ocasiones antes de que Scheidler cazara al vuelo un rechace en área pequeña y pusiese el encuentro cuesta arriba para los granota. En el descuento, Iker Benito acabaría vacunando del todo a un Levante que, no por inferior, entregó antes la cuchara: la tuvo Bouldini y la falló Iván Romero. Especialmente el africano se estampó contra la pared de Dani Martín.
Para empezar, Calleja sorprendió con un cambio radical del plan de las últimas jornadas. Sin carrileros de primer equipo, y lejos de modificaciones naturales con Xavi Grande o Marcos Navarro en los costados, el técnico decidió borrar los laterales de su dibujo y plantó tres centrales, con cuatro centrocampistas por delante. Una especie de 3.4.2.1, con Pablo Martínez y Cantero pendientes de las ayudas por banda, Algobia y Oriol en la base y Kocho más adelantado, aunque fueron permutando algunos roles. El caso es que saltó un Levante sabedor de sus limtiaciones por ausencias y conservador en el Principado. Y eso, de entrada, tuvo efectos: poca fluidez y alto porcentaje de desacierto en campo contrario. Por el contrario, los chicos de Éder Sarabia miraron algo más la portería de Andés Fernández en el primer tiempo.
Sin embargo, el Andorra generó peligro real. Solo Lobete tuva una ocasión clara de fusilar que, a la postre, acabó invalidada por fuera de juego. Sí apretó el propio Levante, que tuvo en la cabeza de Bouldini la ocasión de abrir la lata. Fue clara, el marroquí se vio con un retruque en su testa y no le dio tiempo a dirigir en el segundo poste, aunque estaba en área pequeña. Fue un aviso granota al mismo tiempo que el Sporting de Gijón se había adelantado sobre el Espanyol en el encuentro paralelo de la jornada. Significaba, en caso de un triunfo levantinista en el norte, el liderato para los de Calleja. Anecdótico en trece fechas, pero no por ello menos reseñable.
Tras el descanso, arrancó potente el Levante, pero las claras esta vez corrieron a cargo de los locales. Scheidler aprovechó una cabalgada de Álex Calvo, permanentemente eléctrico, para abrir boca en el segundo acto. El francés mandó el cuero a besar el travesaño. Dos minutos más tarde, Andrés estaba metiendo la manopla para evitar el tanto de Lobete. Entonces sí, el Levante estaba sufriendo, sobre todo, por los costados. Porque allí no había laterales, ni tampoco carrileros puros. Solo personas achicando y tres centrales defiendo como podían por dentro. Y entonces, se encendió por fin la bombilla: un lateral puro, Xavi Grande, al césped, aunque demasiado tarde. Nada más saltar el canterano, se puso por delante el Andorra.
Iván Gil, desaparecido hasta el momento, hizo 'chas' para golpear desde su casa y poner a volar a Andrés. La parada del meta murciano encontró a Scheidler en el rechace. El ariete galo tocó de cabeza para mandar a guardar y estrenar el luminoso a favor del Andorra. Los de Calleja estaban ya en la lona. Tanto que poco después de recibir el golpe, los andorranos tuvieron otra, en un centro colgado al área, en las botas de Pastor. El Andorra tejió su plan a base de esperar el arreón del elenco de Orriols y encontrar los espacios a las espaldas. El Levante tiró la presión alta y ahí encontró petróleo. En una de ellas, Bouldini ganó línea de fondo e Iván Romero le echó por encima de la meta de Dani Martín. El manchego lo tenía todo para buscar los tres palos, pero el remate se le marchó alto.
La tarde iba a acabar con Dani Martín haciendo de héroe. De nuevo Bouldini, presente en todas las buenas ocasiones -tres- que tuvo el Levante durante la cita, cazó un rechace tras una meritoria estirada del meta rival. Pero a la segunda, también paró y el marroquí se topó con un muro. Fue casi el fin. Solo casi, porque Iker Benito iba a a acabar de enterrar justamente a los blaugrana en el descuento tras un gambeteo por izquierda y un disparo diestro pegado al palo corto. El Levante pagó las bajas y los inventos en el Nacional de Andorra, tanto que desaprovechó la oportunidad de asumir otra vez el liderato por la derrota del Espanyol en El Molinón. A la postre, segunda derrota del curso y la Copa aparece en el horizonte. Momento, entonces sí, de abrir el abanico de premios a los menos habituales.
Ficha técnica:
FC Andorra: Dani Martín, Petxa, Pastor, Diego González, Vilà (Pampín, m. 38), Samper, Bover (Álvaro Martín, m. 739, Iván Gil (Sergio Molina, m. 82), Lobete, Álex Calvo (Benito, m. 73), Scheidler (Nieto, m. 74)
Levante UD: Andrés Fernández, Vezo, Postigo, Dela, Oriol Rey, Algobia (Xavi Grande, m. 59) Kocho (Brugui, m. 46), Pablo Martínez (Clemente, m. 75), Cantero (Romero, m. 46), Dani Gómez (Lozano, m. 59), Bouldini
Goles: Scheidler (1-0, m. 61), Benito (2-0, m. 90+5)
Tarjetas: Pastor (m. 2), Scheidler (m. 8) por el Andorra; Dela (m. 8), Oriol (m. 22), Lozano (m. 73) por el Levante