VALÈNCIA. Palo de categoría en el Ciutat. Tanto que puede costar precisamente eso, el ascenso directo. El Levante cayó ante el Mirandés, en la final por el ascenso directo, "el partido de la temporada", como había definido Calleja en la previa. Los suyos volvieron a espesarse tanto que hicieron bueno un plan de partido sórdido de los de Etxeberria. A los burgaleses les bastó ordenarse atrás y salir de la cueva con más o menos acierto para golpear primero con un golazo de Raúl García. La reacción granota fue pobre, pero llegó con un guion de Hollywood. En la segunda mitad, un penalti claro por mano otorgó a Wesley -no a Campaña ni a Soldado, que estaban en el campo- la oportunidad del empate. Y el lanzamiento, como lo que se llevó el Levante de la cita, fue al palo. Al travesaño, concretamente. Eso sí, el brasileño se recuperó empatando poco después para desatar la locura en una grada que tuvo que ver cómo, a los tres minutos, el Mirandés vacunaría definitivamente.
La primera oportunidad del Levante llegó pasados los viente de juego. Pepelu se inventó un pase de fantasía para la incorporación por la izquierda de un Son que, como si de un extremo a pierna cambiada se tratase -prácticamente lo fue, de hecho-, intentó batir a Herrera buscando la esquina con el interior. Paró el meta toledano. Antes, sin embargo, en un arranque accidentado de partido, Femenías había otorgado a Raúl García la ocasión de congelar al Ciutat nada más iniciar el choque: el ariete del Mirandés taponó un envío largo del portero y estuvo a punto de anotar el gol rocambolesco de la jornada. No iba a tener problemas, sin embargo, para anotar un golazo media hora después. Se zafó del careo con Róber Pier con demasiada facilidad y, con un espacio sideral, bailó en el borde del área como en su propio salón. Disparo imparable y silencio en Orriols.
Arroparse atrás y salir con velocidad. Los rojillos estaban recogiendo frutos, sobre todo por su orden trasero, no tanto por clarividencia en la ofensiva, escasa más allá de la única ocasión generada. Pero le bastó. Y el Levante tuvo que remar de nuevo contra corriente. Pepelu probó desde muy lejos y encontró otro vuelo del meta para negarle un tanto al dianense por enésima vez en la temporada. Fue desde la distancia, porque el cuadro granota no fue capaz de generar más. Tanto fue así que De Frutos pidió a la desesperada un penalti por codazo en un balón colgado que no engañó a López Toca.
Entonces Calleja pasó al ataque. Wesley, Soldado y Cantero, al campo. Sin anestesia. Ni tampoco piedad para borrar de la pizarra a un Bouldini dramático. Al principio, surtió efecto, cuando Soldado volvió a hacer volar a Herrera tras un entendimiento con Wesley. Pero el Mirandés respondió a la siguiente y también hizo trabajar a Femenías, que deshizo con una gran estirada sus dudas iniciales. Pese a los cambios y la necesidad, el Levante esaba siendo peor que su rival. Era esa la dolorosa realidad, incluso después de, esta vez sí, un penalti por mano Prados a remate de Pubill... que sí vio claro López Toca.
Corría el 64 de partido y había que elegir lanzador. Campaña y Soldado, dos de los certeros anotadores de esta temporada desde los once metros, en el campo. Y el escogido fue Wesley. Entre la tensión del momento, la derrota, los vitoreos del Ciutat al brasileño y su necesidad de ver la luz en un curso del todo oscuro... Wesley lo envió al larguero. La película parecía estar escrita y que el '7' asumiera la responsabilidad se acercó a la temeridad.
Había que seguir remando. Cantero se echó a la espalda el poco fuelle que el elenco levantinista tuvo en la ofensiva. Y probó. Con una rosca cerrada de derechas besó el palo desde la frontal. También Pubill, precipitado desde la diestra. Y, al final, tenía que aparecer él. No había otro: Wesley Moraes se relamió las heridas. Una buena combinación entre Cantero y un recién ingresado Rober Ibáñez dejó al carioca remachar en el área pequeña. Primer gol liguero del curso.
Y quien pensara que era el empujón definitivo para una remontada de locura, estaba equivocado. Tres minutos después el Mirandés iba a sacar la vacuna. La verbena defensiva del Levante permitió a Javi Llabrés recibir, levantar la cabeza y vencer a Femenías tras un defectuoso intento de despeje de Pier. Y el remolque ya fue muy pesado. De Frutos lo intentó en una jugada individual, pero Herrera volvió a responder. Partidazo del meta rojillo y derrota dolorosísima para la parroquia de Orriols en "el partido de la temporada", que bautizó Calleja. El ascenso queda a tres. Queda tiempo y demasiadas cosas que arreglar.
Ficha técnica:
Levante UD: Femenías, Pubill (Rober Ibáñez, m. 77), Róber Pier, Álex Muñoz, Son, Pepelu, Campaña (Iborra, m. 67), Montiel (Soldado, m. 45), Musonda (Cantero, m. 45), De Frutos, Bouldini (Wesley, m. 45)
CD Mirandés: Herrero, Juanlu, Prados (Navas, m. 70), Álex Martín, Barbu, Salinas, Oriol Rey, Álvaro Sanz, Roberto López (Jofre, m. 70), Pinchi (Javi Llabrés, m. 59), Raúl García
Goles: Raúl García (0-1, m. 38); Wesley (1-1, m. 79), Llabrés (1-2, m. 82)
Tarjetas: Juanlu (m. 55), Prados (m. 71), Raúl García (m. 77) por el Mirandés; Rober Ibáñez (m. 87)