VALÈNCIA. El Levante rompe el saco. Las oportunidades se le acaban a Mehdi Nafti después recoger un punto de los últimos doce posibles y tras perder este domingo frente al Racing de Santander. El Ciutat de València fue un clamor contra Quico Catalán e incluso el propio entrenador en un partido en que los cántabros fueron ostensiblemente superiores que su rival. Los granotas plantearon una cita de ida y vuelta, partiéndose sobre el campo de principio a fin, y eso fue un filón para el equipo de Fernández Romo. El Racing se hinchó a ocasiones y, nada más arrancar el segundo tiempo, Vezo se introdujo en propia un disparo de Mboula.
Y es que el primero en llegar a la cita fue el propio Levante, que conectó en sala de máquinas para aclarar un desmarque de Brugui. El de Bàscara, activo desde el inicio, quiso cruzar ante Miquel Parera pero el meta manacorí respondió. Como de costumbre, los granotas no dieron continuidad al latigazo y Racing aprovechó para estirarse. Matheus las tuvo claras: primero, un disparo sin oposición que detuvo con mérito Cárdenas; después, un mano a mano que el brasileño lanzó a las nubes. El cuado de Romo estaba siendo muy superior y eso arrancó los primeros signos de impaciencia del Ciutat de València, que ya había pitado el nombre de Mehdi Nafti al ser anunciado por megafonía.
Los levantinistas no tuvieron otra que reaccionar. Soldado cabeceó alto un córner y luego De Frutos volvió a ser puñal, esta vez desde la izquierda. A pierna cambiada, tiró un autopase a Aldasoro y se topó otra vez con Parera. Los porteros estaban manteniendo la contienda a cero. Solo el arquero racingista frenó el corte del extremo del Levante, que estaba generando pero se estaba mostrando más frágil que de costumbre en retaguardia. El equipo de Nafti estaba demasiado partido, con Iborra incrustado en zona de ataque y de nuevo Montiel con el disfraz de Campaña.
El Levante no funcionaba. Se atrancaba. Parecía coger aire pero no lograba respirar. Cuando encontraba sitio para hacer daño, dejaba libertad al rival para hincar también su cuchillo. La primera parte acabó en un ida y vuelta que no interesaba al conjunto de Orriols. Y de ahí, la música de viento cuando el colegiado decretó el intermedio. Lo que no sabía la parroquia blaugrana es que el segundo tiempo iba a arrancar incluso peor: pitido inicial y gol del Racing. Pérdida de Pepelu en el centro del campo con el equipo de nuevo dividido y esta vez la moneda que el Levante echó al cielo salió cruz. Mboula encaró la salida en falso de Cárdenas y el disparo se lo acabó metiendo Vezo en propia puerta. La segunda parte no había hecho más que arrancar.
Ni siquiera el sopapo iba a desperar al cuadro de Nafti. El Racing seguía aprovechando espacios, se mantenía mejor y continuaba encontrando a Cárdenas. El de Terrassa tuvo que volver a aparecer para no hacer más grande el agujero. El entrenador todavía tuvo que esperar unos minutos para mover el avispero: retiró a Pepelu tras la pérdida y renovó frente de ataque con Bouldini y Wesley. Ni aún así: el Racing encerró al Levante y Juergen Elitim no marcó de milagro. De frente ante Cárdenas y en área pequeña la mandó al larguero. El Ciutat era un clamor: 'Quico, vete ya' al unísono y, mientras tanto, el rival en 'modo abusón'.
Jorge Pombo se quedó a milímetros de acabar de descoser al Levante. Rompió a la ya desnortada defensa granota y su disparó besó la cepa del palo izquierdo de Cárdenas. A cuentagotas, los levantinistas tuvieron opciones de empatar. Tuvo que ser desde lejos y con Pablo Martínez de arma. Al cuadro valenciano le costaba horrores generar peligro y los nervios habían macerado en el césped. Tanto que Juergen Elitim protagonizó la jugada cómica del encuentro: al ser sustituido se encaró con la afición granota del Gol Alboraya y, mientras aplaudía al tendido, Gálvez Rascón le mostró la roja. La expulsión generó un clamor en su contra y, al llegar al túnel de vestuarios, siguió aplaudiendo en tono irónico a la grada para cólera del banquillo granota. La melé fue tal que el colegiado, que había reanudado el juego, tuvo que volver a detenerlo.
Fuese como fuese, al fútbol los de Nafti ya habían perdido los papeles hacía demasiado rato. Un descuento de nueve minutos no fue suficiente para que el equipo, al menos, probase a Parera. Los cántabros supieron defenderse en los minutos finales a pesar de la provocación de su compañero y los de Fernández Romo acabaron con una merecida victoria en el bolsillo. El Levante, con Mehdi Nafti rompiendo la floja cuerda sobre la que se sostenía, cayó ante un rival al que cuadruplica valor de plantilla. Sobre todo, a donde cayeron los granotas es a una inadmisible décimocuarta plaza que llega a colocar el aliento del descenso a dos puntos de cercanía.
Ficha técnica:
Levante UD: Cárdenas, Son, Postigo, Vezo, Saracchi (Álex Muñoz, m. 75), Pepelu (Bouldini, m. 58), Iborra, Montiel (Pablo Martínez, m. 75), De Frutos, Brugui (Róber Ibáñez, m. 85), Soldado (Wesley, m. 58)
Racing de Santander: Parera, Aldasoro, Pol Moreno, Rubén Alves, Satrústegui, Elitim (Fernández, m. 87), Íñigo Sainz, Íñigo Vicente (Arturo Molina, m. 79), Mboula (Camus, m. 66), Pombo (Tienza, m. 79), Matheus (Ayoub, m. 87)
Goles: Vezo p.p (0-1, m. 46)
Tarjetas: Montiel (m. 15), Vezo (m. 70) por el Levante; Rubén Alves (m. 22), Aldasoro (m. 39 y m. 76), Arturo Molina (m. 83)por el Racing